El Fuego Fatuo de Mélinton Salazar relumbró en la Biblioteca Simón Rodríguez
24 octubre, 2016
De los sentidos a los sentimientos,tertulia poética para recordar a un amigo
Texto: Renny Marrero / Fotografía: Adianés Gutierrez / Prensa IABNySB
La Biblioteca Pública Central Simón Rodríguez forma parte de la Red Metropolitana de Bibliotecas Públicas adscrita al Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y Servicios de Bibliotecas (IABNySB), ubicada en la esquina El conde Av. Sur 4 de Caracas. Este espacio abierto plenamente al pueblo ofrece a sus usuarios y visitantes diferentes actividades desde lo estético a lo recreativo, entre ellas se cuentan los martes de poesía, encuentro semanal en que poetas, aficionados, amantes de la bohemia y público en general hacen de los versos un lenguaje común.
El poeta más andariego de este siglo
En esta ocasión la velada sirvió para homenajear la obra poética de Mélinton Salazar, poeta guatemalteco amigo de Venezuela y muy especialmente de la Biblioteca Simón Rodríguez, no sólo se recordó su legado escrito sino que, entre poema y poema leído por los presentes con nostalgia del amigo ausente se intercambiaron anécdotas de las vivencias compartidas con el autor de Fuego Fatuo, Lecciones de un aprendiz, Postales en carne viva y Versos del hombre obras en las que Mélinton fue dibujando su biografía en prosa.
Este hombre de extraordinaria sensibilidad humana nació en 1930 en Guatemala en un pueblo llamado Jalapa, debido a su activismo político desde las letras fue expulsado de su Patria, perseguido y hostigado por la junta militar que con puño de hierro dominaba a la nación centroamericana se convirtió en un trotamundos que recorrió buena parte de América Latina llegando a establecerse en Venezuela donde publicó parte de su obra literaria este poeta errante.
Fue fundador del programa radial Altavoces de la literatura contemporánea y autor de poemas como canción de la vida campesina, Rio dulce y Sandino; su compromiso con la causa de los pueblos y su amor a la justicia social quedaron plasmados en el poema épico Bolívar Héroe Eponimo, este poema con una hermosa ilustración del rostro del Padre de la Patria reposa en las instalaciones de este recinto bibliotecario, el dibujo fue realizado en sepia por el artista zulianao Gabriel Bracho.
Entre las anécdotas a propósito de su carácter de hombre amante de la poesía, la vida sus amigos y colegas de letras lo recuerdan como un hombre que caminaba de a poquito, al parecer sufría de alguna lesión que le impedía moverse con rapidez; sin embargo, pese a este estado de salud y su avanzada edad recorría Caracas de punta a punta, no había sitio de interés cultural donde no fuese conocido «Mélinton se codeaba por igual con la élite literaria, con trovadores de esquinas y taguaras, sus poemas son tan ciertos como su vivir, lleno de tristezas que convirtió en eternidad poética» reseña emocionado uno de los presentes en el encuentro.
«Yo soy el solitario que se baña en su propio sudor y lagrimas», nos confiesa el poeta desde las líneas de Proclama del hombre actual, poema en que deja caer datos de sus andares, pese a que nunca hablaba de lo vivido en aquellas décadas de errabundo; para el el sueño y el hombre eran uno por ello nunca dejó de soñar y nunca dejó de ser humano, de ser hombre sensible con su lento caminar fue siempre dicharachero y bromista; una vez se presentó aquí con un libro empapado en agua y resulta que ese día se había quemado la Torre de Parque Central; no sé como consiguió hacerse con ese libro pero el lo llamó el sobreviviente, comenta otro de los presentes entre risas y aplausos la ocurrencia del homenajeado.
Invitamos a todo el pueblo venezolano a leer la obra poética de este hombre comprometido con la causa de los más pobres, los desprotegidos, exiliados, los que luchan y resisten desde el silencio enarbolando armas poderosas contra sus opresores con la tinta, la palabra, el papel y la conciencia.
Los interesados en conocerle más de cerca encontrarán en la Biblioteca Simón Rodríguez no solo sus libros, sino el legado más importante que nos ha dejado: la amistad el invento más hermoso del ser humano según nuestro Aquilez Nazoa.
Sí Mélinton recorrió tanto camino para heredarnos este tesoro, bien podemos acercarnos uno de estos martes de poesía por esos lares, llegar es facilito; la Biblioteca Pública Central Simón Rodríguez queda en Caracas, esquina El conde frente al hotel del mismo nombre, a una cuadra de la Plaza Bolívar; a dos cuadras de la Asamblea Nacional subiendo de la estación del Metro Capitolio.
La despedida del amigo
Mélinton Salazar Estrada guió sus pasos hacia la eternidad el 14 de septiembre de 2013; a lo largo de su vida fue dejando una estela indeleble de amigos, que se identificaron con su historia de resistencia y lucha, él se definía Martíano y Bolivariano; entre quienes le conocieron la poeta venezolana Conchita Osío de Bello alcanzó a definirle como rebelde y tierno, áspero y musical, patriota en cada uno de sus poros, así lo evidencia la expresión intransigente y la hondura de sentimientos expresada en los poemas de este guatemalteco de quien sus amigos y colegas no hablan en pasado sino en presente, pues como dice aquella canción de Amaranta y Raúl Torres: Nadie piensa que se ha ido, fue un momentico a la misa y va a volver con Sandino, con el Ché, Martí y Bolívar.