Lucila Palacios: Embajadora de la creación literaria

31 agosto, 2017

Gran parte de su creación se encuentran custodiadas en la división de Libros Raros y Manuscritos del IABNySB

Texto: Fabiola Cesin/ Fotografía: Ronald Montaño/Prensa BNV

La literata guayanesa, cuyo nombre real era Mercedes Carvajal de Arocha, nació el 8 de noviembre del año 1902, en la isla de Trinidad, y falleció el 31 de Agosto de 1994. Se destacó por ser novelista, dramaturga, cuentista y ensayista, creadora de una literatura testimonial donde plasmó los relatos de su vida.

Se posicionó en Venezuela como activista política, reconocida por muchos como una gran intelectual, como resultado de ello, es considerada por los críticos literarios como una de las mejores escritoras que ha tenido nuestro país, después de Teresa de la Parra.

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En 1931, fueron sus comienzos como escritora, y empezó a utilizar el seudónimo con el que se le conoce “Lucila Palacios”, asumió este nuevo nombre en honor a Gabriela Mistral, poetisa chilena, cuyo primer nombre era Lucila, mientras que el apellido Palacios lo tomó rindiendo honor a la madre del Libertador Simón Bolívar Concepción Palacios.

En su niñez tuvo excelentes relaciones con su padre, él forjó en ella ese espíritu sensible y soñador que la caracterizaba; cumplió respetuosamente los consejos de su progenitor, el cual decía: “al crecer tienes el deber de decidir su vida, concluir sus metas, respetando siempre su vocación”. Mercedes Carvajal sobresalió gracias a sus inquebrantables principios de honestidad y lealtad a los suyos y hacia su patria.
 
Mientras moldeaba esa personalidad decidida e intelectual, su consentidor tío materno, mejor conocido como “papá Ramón”, amante de la poesía y la lectura, la fue incursionando en el mundo literario y de las artes, el Teatro Bolívar era uno de sus espacios favoritos, en el presenciaba todos los domingos espectáculos artísticos. Al cumplir sus siete años, despertó en ella la curiosidad por la escritura e inició escribiendo pequeñas estrofas relacionadas con la naturaleza y el entorno que la rodeaba.

El 25 de Agosto de 1923, después de 6 años de noviazgo con Carlos Arocha, contrae matrimonio, haciendo realidad uno de sus más grandes deseos, colmarse de ilusiones y planificar nuevos objetivos en compañía de su recién esposo.

Para el año 1944, estrena su tercera novela, que tuvo por nombre “Tres palabras y una mujer”, este material causó sensación en la época, debido a la osadía de la escritora al enfrentarse a una sociedad anclada a sus tradiciones, en defensa del genero femenino. A juicio del crítico sacerdote Pedro Pablo Barnola, la escritora poseía un “feminismo desquiciado”, esta novela fue condecorada con el premio Literario de la Asociación Cultural Interamericana de Caracas, y con ella se acreditó a Lucila Palacios como “la sucesora de Teresa de la Parra”.

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En las elecciones de 1947 obtuvo el título de senadora de la República, cargo que tenia un lapso de 5 años, el cual no pudo desempeñar completamente, debido al golpe de Estado  suscitado en Venezuela en contra del recién electo presidente Rómulo Gallegos. Como resultado de su constante crecimiento literario en 1949 obtuvo el Premio “Arístides Rojas” con su novela “El corcel de las crines albas”, la mencionada obra fue celebrada por intelectuales como Juan Liscano, por tener la capacidad de describir perfectamente el entrono marino y la faena de los pescadores.

Para Lucila, lo más importante de la literatura, es la orientación del escritor, secretos que le transmitió el gran maestro Rómulo Gallegos. Esta insigne escritora admiró cada una de las obras de Gallegos, afirmando que ellas tenían como propósito continuar con la formación de futuros escritores.

Con el objetivo de buscar nuevos horizontes, conocer otras latitudes y deleitarse con el sonido de la selva,  viajó a Guayana, admiró su población, la transformación de tierra cuando se mojaba con la lluvia, se sintió orgullosa de lo rica que era Venezuela, con los minerales del Callao, pero se entristeció y sintió vergüenza de como eran humilladas y vejadas las mujeres que allí residían. De esa indignación, salió a la luz en 1951, su obra Cubil, donde refleja su negación al trato inhumano y la violencia salvaje hacia la mujer.

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Mercedes Carvajal de Arocha, ha sido considerada como una imagen de formación para las generaciones futuras, en virtud de ello, la Escuela Integral Social de Avanzada, ubicada en Maracaibo, estado Zulia, le otorgó a sus instalaciones el nombre de «Lucila Palacios». Su nombre es sinónimo de justicia, lucha e igualdad.

Su trayectoria, la llevo a ejercer el cargo de Embajadora de Venezuela en Uruguay, durante ese tiempo fue reconocida como integrante de la Academia Nacional de Letras en Montevideo (Uruguay), durante su estadía participó en diversos encuentros culturales, que ayudaron a la escritora a multiplicar sus ideas y seguir creando piezas literarias.

Entre las distinciones obtenidas gracias a su personalidad, gallardía y valentía, se encuentran: “Mujer de Venezuela”, ofrecida por la Asociación Venezolana de Mujeres; “Hija ilustre de Ciudad Bolívar”, mérito reconocido por la Gobernación del estado; fue la primera mujer elegida miembro de la Academia Venezolana de la Lengua.

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Para profundizar más sobre la vida y las obras de esta escritora venezolana, se hace extensiva la invitación a hojear y disfrutar parte de su creación literaria que se encuentran custodiadas en la División de Libros Raros y Manuscritos del IABNySB y es preciso indicar que allí se encuentras más de 3000 documentos de la escritora entre fotos y manuscritos literarios.

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