Pedro Manuel Arcaya: El Señor de los Libros

7 mayo, 2018

147.119 volúmenes conforman su impresionante colección que reposa en Biblioteca Nacional

Texto:Renny Marrero/ Foto:Adianez Gutiérrez/ Prensa IABNSB 07/05/018

En la historia contemporánea de Venezuela son muchos los personajes que han generado controversia de cara al análisis de los aportes que realizaran a nuestra sociedad, uno de ellos fue sin dudas Pedro Manuel Arcaya Madriz (1847-1958) un personaje interesante que no podemos obviar si queremos conocer un poco más el contenido de la Colección Libros Raros y Manuscritos de la Biblioteca Nacional de Venezuela.

Arcaya nació en Coro, estado Falcón el 8 de enero de 1847, fue escritor, sociólogo, historiador, abogado y jurista, desempeñó importantes cargos políticos en la Venezuela gobernada con puño de hierro por Juan Vicente Gómez, a quien llegaría a defender a ultranza desde las páginas de su libro “Venezuela y su actual Régimen ” escrito en Estados Unidos de Norteamérica donde fungió como Embajador de Venezuela en los períodos comprendidos entre 1927-1930 y de 1943 a 1945. Además de ser individuo de número de la Academia Nacional de la Historia (1910), fue miembro de la Academia de Ciencias Políticas (1915), y de la Academia Venezolana de Lengua (1917). También fue director de la Academia Nacional de la Historia de 1927 a 1930 y de 1943 a 1945.

La cercana relación de Arcaya con otros personajes de las letras venezolanas como Laureano Vallenilla Lanz, autor de “El Cesarismo Democrático” y José Luis Fortoul, ambos acólitos al régimen gomecista lo hicieron parte de una élite academicista que justificaba la tiranía del denominado Benemérito, en tal sentido llama poderosamente la atención el papel que la lectura y la escritura jugaron en la vida de éste hombre quien con su pluma se paseó por diferentes linderos de la historia y la política publicando escritos que parecen contradecir su firmeza ideológica frente a temáticas como la democracia, la libertad y la gobernabilidad como lo demuestra parte de su obra…

Para 1899 escribe un extenso “Análisis sobre el Imperialismo Americano” publicado en el diario nacionalista El Heraldo de Coro, en 1900 publica “Estudios sobre Simón Bolívar”,para esta época es incorporado a la Academia Nacional de la Historia como reconocimiento a un trabajo de investigación sobre la insurrección de negros en la Serranía de Coro, (esa que liderara el zambo José Leonardo Chirino en 1795 ) pasa el tiempo y treinta y ocho años después lo encontramos defendiendo a Gómez en calidad de Embajador en Washington desde las páginas de su libro, esto le convierte en un autor polifacético y de un complejo pensamiento político digno de un análisis descarnado que permita esclarecer las dudas o suspicacias que pudiera generar en el lector esta aparente transformación política de Arcaya que le llevara del estudio de la vida y obra de libertadores a la defensa de un tirano, tras la muerte del dictador Arcaya fue acusado de peculado y ejerció su propia defensa ganando cada uno de los juicios.

Pero es su carácter de Bibliófilo el aspecto que nos interesa destacar, Como buen enamorado del olor de la tinta y el papel su amor por los libros comenzó desde la niñez, a los once años de edad recibió su primer libro como premio por ser el mejor estudiante de su curso, su amor a los libros fue avanzando a medidas que se hacía un hombre de mundo convirtiéndole en un exquisito y exigente amante de las ediciones originales y más correctas de los libros en que fijaba su interés, de esta manera fue afinando ese sexto sentido que caracteriza al lector empedernido.

Esta pasión por las letras le llevó a reunir en su biblioteca personal la impresionante cantidad de 147.119 volúmenes contentivos de las mas diversas áreas del conocimiento, en 1920 mandó a construir un espacio apropiado para su colección  en Caracas, en la urbanización Los Laureles de El Paraíso.

Pero no nos engañemos lo suyo fue un verdadero y metódico proceso de selección, agrupamiento, y estudio de cada libro y no el vulgar hecho de acumular o amontonar, los interesados en conocer esta interesante colección podrán cerciorarse de ello al apreciar a la entrada de la misma un gran libro en el que el propio Pedro Manuel Arcaya anotaba las señas de cada tomo a manera de gran indice bibliográfico, el trazo de su letra se va haciendo deficiente y tambaleante como prueba ineludible del paso del tiempo y el esmero con que éste se dedicó a su colección.

Bien podemos imaginarlo en sus viajes como embajador guiándose por el ímpetu de una bitácora lectora rastreando al rededor del mundo aquellos tomos, consiguiéndolos en subastas, tiendas de antigüedades y como sus deudos lo manifestaran haciéndose suscriptor de las más prestigiosas casa editoriales de Hamburgo y París.

Pero lo más importante del carácter de trotamundos literario de Pedro Manuel Arcaya fue que hizo de su extensa biblioteca personal un punto de referencia y asiduo lugar de encuentro y consulta para intelectuales y estudiantes en una época en que contradictoriamente la cultura era vista como algo peligroso, paradógicamente el dueño de tal reservorio cultural formaba parte de la élite gobernante, quizás aquella acción contribuía a vigilar que se estudiaba y se conversaba en esos círculos de los que podría gestarse una rebelión contra el tirano, o quizás esta era la manera en que Arcaya buscaba iluminar un poco aquellas oscuras décadas, quien sabe…

A partir de 1945 se retira de toda actividad pública y se dedica al estudio de la historia, jurisprudencia y sociología. “El Señor de los Libros” murió el 12 de agosto de 1958 en Caracas, poco después de su deceso sus deudos donaron íntegramente su imponente colección de libros al Estado y esta pasó a formar parte de la Biblioteca Nacional de Venezuela el 27 de noviembre de 1990, hoy su extraordinaria biblioteca conformada por más de 150 mil volúmenes y 34 mil títulos escritos en diversos idiomas, entre los que destacan temas de historia, derecho y literatura junto con el mobiliario original, que la componen se atesoran en la Colección Arcaya de Libros Raros y Manuscritos donde pueden ser consultados por investigadores y especialistas.

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