Texto: Renny Marrero / Fotografía: Adianés Gutierrez / Prensa IABNySB

«Su sangre era un poema

Y abrazó su corazón

Y fue formando con versos

Para su patria una flor». Alí Primera

Sucede que a veces llegamos tarde a conocer a un amigo; nos identificamos con alguien que ya no está en este plano; esa es la sensación que queda al acercarse a la obra de Mélinton Salazar, no sólo a su poesía sino a su vida. A esos fragmentos de su ser narrados por quienes le conocieron; cambió de paisaje hace tres años y quienes no tuvimos la oportunidad de conocerle cuando vivía físicamente hoy podemos encontrarle entre las páginas de sus poemarios y en el corazón de sus amigos pues recordar viene de re-cordis que es pasar nuevamente por el corazón.

Mélinton Salazar firmó su contrato con la vida un 11 de marzo de 1930 al oriente de Guatemala, en la población de Jalapa; en esa franja centroamericana colindante con México anduvo inquieto por caminos de tinta y senderos de papel, hasta que esa inquietud avivó el odio de verdugos dictatoriales que oprimían su patria, y él trotamundos consumado tomó la antorcha de su Ignis Fatus y con su característico modo de andar salió a prenderle fuego a la gran pradera de la Patria grande; fuego fatuo de amor y de conciencia que halló cobijo en nuestra tierra.

Fue la Biblioteca Pública Central Simón Rodríguez una de tantas casas y refugios en que el poeta encendió su llama. Por eso, se le homenajeó en sus instalaciones al cumplirse el tercer aniversario de su siembra, con esmero y entusiasmo con que se viste de gala una casa para celebrar ocasiones especiales, este miércoles 14 de septiembre se engalanó el lobby de este recinto bibliotecario para celebrar a este amigo.

El personal que labora en esta Biblioteca se encargó de ambientar con flores multicolores y las banderas tricolor venezolana, el pabellón zamorano con su emblema de tierra y hombres libres el espacio en el que tantas veces Salazar declamase sus versos de hombre.

La actividad inició con palabras de bienvenida por parte de Pablo Flores Director de Bibliotecas Públicas, quien agradeció a los presentes por asistir al encuentro cuyo objetivo fue reconocer la trayectoria de quien hizo suya la América toda uniéndola en versos; en esta Biblioteca compartió con los trabajadores y el personal en general siempre con sonrisas y entusiasmo señaló Flores, quien acercó el saludo del personal de la Embajada de Guatemala a la actividad. De igual manera, se asomó la propuesta de incluir la obra digitalizada de Mélinton a la colección literaria del IABNySB.

Por su parte, el profesor Sady Loaiza, director del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y Servicios de Biblioteca, saludó la memoria del poeta al recordarlo como un hombre comprometido con la causa de los pueblos «Nos reunimos para homenajear a un poeta que le escribió no sólo a su natal Guatemala sino a Latino América y al mundo».

Loaiza recalcó las duras circunstancias en que Mélinton desarrolló su vida de poeta en Guatemala y como al llegar a Venezuela encontró en la Revolución Bolivariana otra realidad, aquí no fue perseguido ni señalado se expresó en su tono firme de denuncia y clamor por los desposeídos hizo un asiduo visitante de este recinto; su obra permanece por ello leerlo es revivirlo y tenerlo presente.

Las metáforas e imágenes impresas en sus poemarios son del día a día y narran a nuestros pueblos, sus padecimientos y esperanzas así quedó plasmado en el el homenaje a Mélinton en escena, dramatización a cargo del profesor José Gregorio Cabello, la puesta en escena mostró la dimensión más humana del poeta increpando al sistema por la desfiguración del espíritu humano: El animal humano se ha colgado en el canto una pistola que le sirve todos los días para matraquear, A Jesucristo lo mataron los falsos, lapidarias sentencias hechas versos que en voz del histriónico José Gregorio Cabello conmovieron a los presentes.

Caminando con Mélinton
Mélinton Salazar llegó por primera vez a la Biblioteca Pública Central Simón Rodríguez en 2004, desde entonces la hizo parte de si mismo y fue el a su vez parte de ella. Así lo reconocen sus amigos tambien poetas Alexis Rodríguez, Efrain Valenzuela, Angel Polanco y José Román quienes fueron los encargados de dar lectura a parte del repertorio del homenajeado, Héroe Juan, Proclama del hombre actual, la muerte agraria fueron algunos de los poemas recitados.

La pluma de Mélinton dibujo a América, esa de los poetas que como Roque Dalton, Ramón Palomares y el Chino Valero Mora se hicieron eco de nuestras luchas señaló Alexis Rodríguez a propósito de este tipo de héroes que empuñan no un fusil sino banderas de dignidad y libertad por el hombre .

Para Efrain Valenzuela, Mélinton fue un poema andante que como la espada de Bolívar recorrió la América con ánimos libertarios; Angel Polanco por su parte hizo énfasis en señalar las tres dimensiones de la poesía del poeta de Guatemala a saber,la militancia con el pueblo impregnada en ella, la visión latino americanista que vive y sufre a nuestras patrias comunes y la fundamental e innegable esencia humana, social y cercana de sus versos.

Leer a este andariego del verso es seguir su andar, los interesados en leer sus libros pueden encontrarlos digitalizados en la Biblioteca Pública Central Simón Rodríguez.

Hombres como Mélinton le quedan grandes a sus pretendidos verdugos, queriendo echarlo de su tierra le dieron por Patria la extensión de cuanto recorrió con su paso calmo, él le cantó a los pueblos desnutridos, amargamente dulces, hizo suya la lucha indígena, campesina obrera, fundó periódicos y radios se levantó en almas contra la injusticia la crónica de su vida es ante todo un poema de amor.

El encuentro culminó con la invitación a participar el próximo miércoles 21 de septiembre desde las 9:00 am a la actividad La paz y la poesía juntan las manos, se realizará en la Plaza Bolívar, organizado por el sindicato de empleados de Biblioteca Nacional, el espacio busca convertirse en punto de encuentro para el compartir de poetas y público en general.