“Los seres más sensibles no son siempre los seres más sensatos”: Papá Goriot, de Honoré de Balzac
18 agosto, 2018
En reconocimiento a uno de los más ilustres escritores de todos los tiempos, en la fecha de su fallecimiento
Texto: Lisayde Santamaría/ Fotos: / Prensa IABNSB
Su nombre en francés es “Le peré Goriot”, fue escrita en 1834 mientras Balzac se encontraba en Viena visitando a la condesa polaca Eveline Hanska, con quien mantenía un romance, siendo publicada un año después por la Revue de París, una revista literaria donde también aparecieron obras de Alexandre Dumas y Gustave Flaubert, entre otros, y que entregó esta novela a sus lectores en cuatro series.
Fue un éxito desde el principio, llegando a ser reimpresa 3 veces a tan solo tres meses de haber sido sacada a la luz por primera vez, y fue gracias a ella que Balzac logró ser conocido en el mundo de las letras.
“Papá Goriot” forma parte de “La comedia humana”, una obra apoteósica que en un principio estuvo pensada para estar integrada por 137 historias interconectadas, pero que al final solo estuvo conformada por 87, ya que la muerte del aclamado escritor truncó sus aspiraciones; sin embargo con ellas bastó para reflejar la sociedad francesa de la época.
Los personajes de “Papá Goriot” aparecen recurrentemente a lo largo de “La comedia humana”, y es así como en esta última podemos observar su evolución luego de terminados los sucesos que se detallan en la primera.
En una anterior entrega hablé sobre la vida de Honoré de Balzac, de sus conocidos y muchas veces polémicos amores, de su falta de escrúpulos a la hora de derrochar el dinero, y de su talla grande debida a su glotonería, así que esta vez me dedicaré al movimiento literario del que fue padre: el realismo, para luego hacer una breve reseña sobre la obra por la cual hoy escribo estas líneas, “Papá Goriot”.
Balzac es un caso atípico de su época, predominantemente romanticista; de hecho su carácter, su vida personal y su coetaneidad con otros escritores del momento, lo circunscriben dentro de ese movimiento literario; sin embargo su obra es netamente realista, marcando así la transición del romanticismo al realismo.
Realismo literario: señal de los nuevos tiempos
El movimiento literario conocido como realismo, surgió como oposición al romanticismo del momento, que ponía énfasis en la subjetividad artística y la trascendentalidad de los temas tratados; lo exótico de la naturaleza, el campo y la sublimidad de los mismos.
Dicho movimiento se abocó a las descripciones exactas de los personajes y los ambientes, sacados claro está de la realidad misma, encuadrada dentro del momento histórico en el cual la burguesía ascendía vertiginosamente producto de la Revolución Industrial, las reformas que los nuevos gobiernos progresistas hicieron consagrando los derechos democráticos, y la consolidación del Estado Liberal.
Corrían nuevos tiempos, y las gentes dejaron atrás las tradiciones, los campos y la belleza espiritual que de ellos fluía, para adentrarse en la nueva vida que rugía en las urbes, con sus luces y sus sombras, esperando hallar en ellas un espacio propio con el que identificarse, y que supusiera así mismo la transformación total de sus antiguas costumbres.
Este nuevo movimiento, surgido en Francia en la segunda mitad del siglo XIX, se inició con Balzac y Stendhal, y Flaubert lo consolidó. Estuvo fuertemente influenciado por las corrientes científicas y filosóficas del momento, como el positivismo, las teorías darwinistas y la sociología, y el género que más cultivó a nivel literario fue la novela, imprimiendo en cada una de ellas la realidad exterior tal como era, sin los subterfugios subjetivos del romanticismo.
En su afán de detallar impecablemente el ambiente y la mentalidad de las gentes de ese momento histórico, es de suponer que el tipo de narrador más usado por el realismo fuera el omnisciente, pues con él se podía hacer una relación total y absoluta de los hechos narrados, y se podía dar cuenta de todo lo que pensaban y sentían los personajes, dando así al lector una relación fidedigna del cómo, qué, cuándo y porqué pensaban como lo hacían y de que factores externos influían en la toma de sus decisiones y posteriores acciones.
Los temas eran los contemporáneos del autor, en los cuales reflejaban las costumbres, los lugares, los vestidos e incluso los alimentos que consumían los personajes, siendo lo más detallados posible en estos aspectos. Abundaban las descripciones, y eran sumamente objetivos a la hora de relatar los sucesos de la historia, sin alusiones morales de ningún tipo, comportándose más bien como cronistas del momento.
Los escritores realistas incluso adaptaban el lenguaje usado a las condiciones de vida de los personajes: un lenguaje vulgar y tosco, si eran pobres e iletrados; un lenguaje culto, si por el contrario pertenecían a las clases pudientes.
Un dato curioso de lo anterior es que Balzac, usó tanto en “Papá Goriot” como en la mayoría de sus novelas, nombres y lugares reales, no solo para apegarse lo más posible a la realidad, sino también porque con él, nuestro siempre urgido de dinero escritor, conseguía favores y regalías de los aludidos.
Papá Goriot
Una vez expuesto lo anterior, queda claro el porqué de la búsqueda casi obsesiva de la verosimilitud en esta historia, un retrato de la sociedad burguesa del momento, y del intento de ser parte de la misma de uno de sus protagonistas, Eugene Rastignac, que incluso dejará atrás los valores inculcados por sus padres en “provincias”, para adaptarse a las reglas y costumbres de la clase pudiente parisina (y he aquí una fenomenal analogía de cómo el hombre de campo abandonó su anterior modo de vida, para pasar a formar parte del bullicio de las nuevas ciudades emergentes. La transición del romanticismo al realismo en la literatura, es solo un reflejo del “cambio de aires” que se respiraba a nivel social, político y cultural en la segunda mitad del siglo XIX, como lo detallé en páginas más arriba).
Eugene Rastignac es un joven estudiante que llega de provincias a estudiar en París, para superarse; en él están fundadas las esperanzas de su familia por surgir y formar parte del nuevo mundo. Se instala en una pensión de dudosa categoría, y es ahí donde conoce a Papá Goriot, un pobre viejo que en su tiempo llegó a poseer un respetuoso capital, pero que en la actualidad se encuentra en la más absoluta miseria, pues sus hijas se aprovechan de su amor desmesurado para despojarlo de cada uno de sus centavos, con el fin de vivir la vida sibarita y vana que llevan como esposas de hombres poderosos, pero infames.
En esta pensión conocerá a gentes de todo tipo, y será testigo de la bajeza moral, la codicia, y las más bajas artes de que son capaces algunas personas con tal de conseguirse un lugar en la alta sociedad.
Vivirá en un constante tormento moral, entre lo que dicta su corazón, y lo que exige su ambición, y la trama se complicará aún más al convertirse en “querido” de una de las hijas mimadas del pobre Papá Goriot. Entonces verá que todas las sedas con las que visten las niñas ricas, con sus bailes, sus idas al teatro, sus salidas a la campiña y sus comidas dignas de reyes, no sirven para tapar la podredumbre que emana de sus corazones, y que ciertamente parecen ser necesarias para llegar al sitio donde se encuentran.
El final es triste, de eso no debe caber duda, la moraleja es áspera y cruel, y el destino de Rastignac incierto, diciendo adiós a la candidez y la inocencia propias de su anterior vida en el campo (un romanticismo agónico), y dejando lugar al desafío lanzado a los nuevos tiempos que corren, llenos de indiferencia ante los valores y juicios moralistas, y rebosantes de frialdad y cálculos bien dirigidos hacia la obtención de privilegios y riquezas materiales, aún a costa del empañamiento de la conciencia.
Si deseas conocer a fondo esta historia, te sugiero que visites nuestro Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (IABNSB), y pidas a los referencistas que allí se encuentran para orientarte, el libro “Papá Goriot”, bajo la cota: 843.8 B198pa, en la Colección de Libros y Folletos. Descubrirás que esta historia es maravillosa y cruel al mismo tiempo, y ¿quién sabe? Quizás incluso te identifiques con alguno de sus personajes.