A los pies del héroe: ¿Qué esconde la estatua de Bolívar?

3 agosto, 2018

plazabolc3advar-14La icónica representación ecuestre del Padre de la Patria cuenta con su propia y muy particular historia

Texto:Renny Marrero/Foto:/Prensa IABNSB/03/08/018

Quienes hacemos vida laboral o estudiantil entre los sectores conocidos como Capitolio y Bulevar Panteón y aquellos que habitan en sus cercanías pasamos casi a diario por la Plaza Bolívar de Caracas, ubicada en pleno centro de nuestro casco histórico, al transitarla nos topamos con la estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar, no es raro encontrar a los pies de este monumento ofrendas florales que en fechas conmemorativas le rinden distintos entes estatales, tampoco es de extrañar que turistas y locales se tomen fotos junto a ella y de vez en cuando podemos observar algún que otro romántico o ferviente patriota que se detiene a contemplarla meditativo con solemne actitud como cuentan, hizo el Apóstol cubano José Martí por allá por el año 1881 apenas arribó a nuestra capital desde La Guaira.

Lo que tal vez desconozcan muchos de quienes a diario transitan frente a esta icónica representación del Padre de la Patria es que esta cuenta con su propia y muy particular historia, llena de dificultades como lo estuvo la vida del héroe que representa, pues en torno a este monumento capitalino al que queremos dedicar algunas lineas giran una serie de curiosidades, entre ellas la travesía de este héroe ecuestre para llegar al pedestal en que hoy le observamos, veamos…

005Lo primero que hay que decir de ella, sin ánimos de restarle importancia y valor histórico es que NO es original ni la primera que honrara la memoria de Bolívar, en realidad se trata de una réplica exacta de la estatua que en 1858 se erigió en Lima, Perú en honor al Genio de la Libertad Americana, además existe una tercera copia de esta, ubicada en la Plaza Naciones Unidas de San Francisco, California.

Fueron varios los intentos por levantar un monumento que recordara la gloria del Libertador en el corazón de la ciudad que le vio nacer, uno de ellos fue iniciativa de la propia municipalidad caraqueña que quiso en 1825 instalar una estatua o busto de Bolívar en la plaza San Jacinto, se desconoce porque no se llevó a cabo el proyecto, al parecer no se consiguieron los fondos.

El segundo intento fue en 1869 cuando el gobierno caraqueño dirigido entonces por el gobernador Mateo Plaza decidió que un motivo ecuestre del hijo predilecto de Venezuela engalanara la Plaza Bolívar (Ya bautizada con este nombre desde 1842, año en que se repatriaron los restos mortales del Libertador) de tal modo se iniciaron negociaciones con el Instituto Real de Fundición Von Müller de Munich, Alemania para hacerse con una pieza semejante a la que dicho instituto había levantado en Perú, sin embargo estas negociaciones se retrasarían lo suficiente como para que la respuesta fuese aprovechada con fines propagandísticos por un personaje bastante controversial dentro de la historia política de nuestro país…

Las estatuas y el ilustre Pigmalión

001(2)Antonio Guzmán Blanco (1829-1889) conocido como “El ilustre americano” fue el décimo octavo Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, este mandatario fue tristemente célebre tanto por su autoritarismo como por su empeño de “afrancesar” el paisaje caraqueño, sentía pasión por el culto a su persona. Así como Pigmalión, el obsesivo escultor del mito griego buscó el amor dentro de una estatua Guzmán buscó en ellas símbolos de poder en los que eternizarse, se hizo erigir dos conocidas como “El saludante” y “El manganzón”. Por suerte su egocentrismo no llegó a tanto como para hacérselas levantar en plena Plaza Bolívar, (aunque cuentan algunos cronistas que lo intentó) una estuvo ubicada en una plazoleta construida frente a la Universidad Central de Venezuela y el Capitolio Federal, la segunda en la cúspide del Paseo El Calvario.

Pero hubo una tercera estatua que obsesionó a este mandatario, esa es la que nos ocupa, pues Guzmán Blanco se propondría hacer de la instalación del Bolívar ecuestre un acto que sirviera para enaltecer su primer gobierno y en el que él y solo él se atribuiría haber logrado presentar aquel homenaje al Libertador, homenaje que A los pies del héroe: ¿Qué esconde la estatua de Bolívar?permanecería incólume para la gloria del Padre de la Patria (y la suya propia según planeaba).

Así fue como el 18 de de noviembre de 1872 Guzmán Blanco demandó nuevamente obtener respuesta por parte del Instituto Real de Fundición de Munich al proyecto de fundir, moldear y enviar a tierras venezolanas la réplica en bronce del monumento bolivariano, pero el asunto se postergaría aún dos años más y solo para octubre de 1874 se obtendría respuesta afirmativa, aseguran las crónicas de la época que la intención del mandatario era inaugurar el monumento el 28 de octubre de 1874 día de San Simón, patrono del Libertador. La esperada réplica ya se encontraba en camino ¿qué más podría interponerse a su llegada a Caracas?

008¡Contra viento y marea  llegó el jinete!

“¡Si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca!” exclamó Bolívar tras el terremoto del 26 de marzo de 1812, en respuesta a los clérigos que veían en ello un castigo divino por desafiar el poder de la Corona. Curiosamente, la estatua de Bolívar que hoy ocupa el centro de la que fuera la Plaza Mayor de Caracas por poco se pierde en un naufragio, no habrán faltado los supersticiosos que vieran en ello una señal de mal agüero y comentaran que no solo la naturaleza sino el mismo Bolívar se negaba a ser homenajeado por un autócrata dado a perpetuarse en el poder, cosa que El Libertador desdeñaba por creerlo peligroso para la vida democrática de la República.

Fue el 10 de octubre de 1874 que las 15 cajas de madera contentivas de las piezas ensamblables de la estatua del Libertador alcanzaron aguas venezolanas a bordo del vapor Thora, pero un revés obligó a la embarcación a encallar al Noreste de Los Roques, la tripulación se hizo a la mar en botes dando por perdida la preciada carga, solo hasta el 15 de octubre comenzaron las labores de rescate de las cajas llevado a cabo por 38 hombres que en 4 canoas consiguieron descargar las esperadas piezas cuya jornada de salvamento concluyó el 19 del mismo mes trasladando 14 de las cajas al puerto de La Guaira y haciendo lo propio al día siguiente con la más voluminosa y pesada de todas, la que contenía la cabeza del caballo, esto a bordo de la goleta‘‘Cisne”.

003(3)Finalmente el día 7 de noviembre de 1874 con gran ambiente festivo y entre los repiques de campanas de la catedral y 21 cañonazos que estremecieron el cielo caraqueño se procedió a inaugurar la estatua ecuestre del Libertador en el lugar que hasta hoy ocupa, la prensa reseñó el evento destacando que por primera vez se utilizaban modernos aparatos eléctricos para iluminar la plaza, aquel día Guzmán Blanco sería el depositario de un secreto que hasta hoy yace a los pies del Bolívar ecuestre de Caracas…

Fundida y moldeada en bronce con una aleación de cobre del 90% nuestro Bolívar ecuestre fue creado, o mejor dicho ‘‘vaciado’’ por el escultor italiano Escipión Tadolini, hijo de Adamo Talodini (quien fundiera la estatua original, la de Lima) este monumento mide 4 metros de altura, reposa sobre un pedestal de dos niveles hecho en piedra sienita de color negro con puntos granitoides, en ella Bolívar está sentado al galope sobre un recio caballo encabritado sobre sus patas traseras y que parece corcovear o patear el aire con las delanteras ¿pero, qué fue lo que depositó Guzmán a los pies del héroe?

004(1)En el interior de la base del pedestal descansan hasta hoy en cajas metálicas una serie de documentos y monedas de la época (entre ellas cinco céntimos de plata y un venezolano de plata), una copia del decreto en que se ordena el levantamiento de la referida estatua, la colección “Historia y Geografía de Venezuela” escrita por Agustín Codazzi, el acta del primer censo de la República realizado en 1873, una medalla del busto del Libertador, ejemplares de cada uno de los principales diarios de entonces entre ellos La Opinión Nacional y ejemplares de las constituciones de 1857, 1858 y 1864, aunque se rumoró que a estos objetos ‘‘El ilustre Americano’’ agregaría su propio retrato no se ha podido confirmar tal aseveración…

Sin embargo el tiempo no solo se encargaría de fragmentar y hacer caer aquellas dos efigies a la tiranía que se hiciera levantar Guzmán Blanco, sino que apartaría de la memoria de las generaciones subsiguientes los detalles de la inauguración de esa tercera estatua que obsesionaría al autócrata ilustrado, haciendo de ellos poco menos que un dato curioso en manos de historiadores y cronistas bien informados, detalles por demás interesantes y que revisten de gran valor histórico a este imponente monumento, mudo testigo de nuestro diario transitar por estas calles.

Para leer sobre el tema:

Título: Historia de la estatua del Libertador en la Plaza Bolívar

Autor: Graciela Schael Martínez/ Ubicación: Biblioteca Nacional/ Colección bibliográfica general

Título: La oda de la estatua del Libertador y otros escritos acerca de Bolívar

Autor: Miguel Antonio Caro / Ubicación: Biblioteca Nacional/ Libros y folletos

Título: Las estatuas de Bolívar en el mundo / Autor: Rafael Pineda

Ubicación: BP Parque Central/ BP Oscar Palacios Herrera

Galería

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''El saludante'' fue colocada en El Calvario

 

 

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El Manganzón fue ubicado frente a la Universidad Central

 

 

Detalles de un  imponente monumento

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