Venezuela reafirma su identidad a través de su patrimonio cultural

28 marzo, 2020

Joropo

En Venezuela existen espacios físicos, prácticas y manifestaciones culturales que han sido reconocidas por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad

Texto y Foto: Sathya Arteaga / Referenciales / Prensa IABNSB 

Cada 28 de marzo Venezuela celebra el Día del Patrimonio Cultural, en homenaje al Generalísimo Francisco de Miranda, cuyo natalicio se conmemora en esta fecha. Él fue pionero de la conservación patrimonial, pues definió criterios para la preservación de obras in situ.

El compromiso de prócer venezolano en la defensa de la memoria colectiva se encuentra reflejado en “Cartas a Miranda”, escritos en los que Antoine Chrysostome Quatremère de Quincy le plantea su preocupación por el destino de obras de arte en Italia, víctima de expoliación en el siglo XIX por parte del ejército francés. Dicho intercambio contribuyó a la construcción de una línea de acción que hoy sustenta la identidad del pueblo venezolano.

Miranda, además, era un apasionado bibliófilo, por lo que llegó a atesorar libros de autores clásicos griegos, latinos, italianos, franceses, ingleses, alemanes, portugueses y españoles. Parte de ese material se conserva hoy en la colección de Libros Raros y Manuscritos del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (IABNSB).

En reconocimiento a ese esfuerzo, el Gobierno Bolivariano decretó el 2004 la celebración del Día Nacional del Patrimonio Cultural, según el Decreto 2956 publicado en la Gaceta Oficial número 37.955.

Diversidad, historia y sentido

El patrimonio cultural de un país está compuesto por objetos, espacios, prácticas y expresiones artísticas, que definen la historia de la nación, su presente y su futuro, y cohesionan a su población en torno a su identidad y memoria. En el caso de Venezuela, se ha creado una red que defiende y promueve estas manifestaciones, a través de instancias como el Instituto del Patrimonio Cultural.

A esa plataforma también se suman las bibliotecas públicas esparcidas por todo el territorio nacional, las cuales dependen del IABNSB. En estos espacios se resguardan cientos de miles de libros, muchos de ellos considerados ejemplares únicos.

Ellos forman parte del llamado patrimonio tangible, que también incluye al Archivo Nacional de la Nación, el Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, el Panteón Nacional, la Casa Natal del Libertador y el Centro Simón Bolívar.

Museos, teatro, estructuras arquitectónicas, centros educativos y edificios de valor histórico, como el antiguo Cuartel San Carlos y la vieja cárcel de Ciudad Bolívar, ambos restaurados y convertidos en centros culturales,  forman parte de la lista de patrimonio cultural tangibles de la nación.

Esta denominación también aplica a espacios naturales, como el Parque Nacional Mochima, bahía de Cata, la isla de Margarita o el archipiélago de Los Roques y el Parque Nacional de Morrocoy.

A los espacios naturales se suman prácticas y manifestaciones culturales, considerados patrimonio intangible, como el joropo; cultos a figuras religiosas, como San Benito de Palermo, y expresiones como las Fiestas de Elorza, en el estado Apure.

De Venezuela para la Humanidad

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), creada el 16 de noviembre de 1945, es la encargada de nominar y confirmar aquellos sitios que son declarados Patrimonio de la Humanidad.

En Venezuela existen muchos recursos naturales y manifestaciones culturales que ha recibido esta denominación, como las ciudades de Santa Ana de Coro y el Puerto Real de la Vela, en 1993. En la región de Guayana se encuentra el Parque Nacional Canaima, decretado de igual manera en el año siguiente.

Siete años después, la Unesco otorga la distinción a la Ciudad Universitaria de Caracas, diseñada por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva, donde se combina el uso del espacio, el disfrute de la naturaleza y el arte.

No obstante, en 2012 se afianzan las políticas de defensa y promoción de nuestras manifestaciones culturales a nivel internacional, cuando la Unesco declaró a la manifestación de los diablos danzantes como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Al año siguiente, se hace lo propio con la Parranda de San Pedro, tradición del estado Miranda.

El 2014, recibe esa misma distinción la tradición oral del pueblo Mapoyo, que engloba los relatos tradicionales de esta etnia que desciende de los conocidos Caribes, ubicada actualmente en el extremo occidental del estado Bolívar y al norte de Amazonas.

En 2015, fue incluida la técnica de cultivo y procesamiento de la fibra blanca de la curagua; en 2016, los carnavales de El Callao, celebrados en Guayana; en 2017, los cantos de ordeño usados en los llanos venezolanos y colombianos, y en 2019, la tradición de la palma bendita, que fomenta la inclusión social, la ciudadanía con valores y la protección a la naturaleza y a la biodiversidad.

Este marzo, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Ernesto Villegas, firmó el expediente que se consignará a la Unesco para declarar a la devoción a San Juan, propia de la zona central de Venezuela, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La literatura como patrimonio

El escritor y periodista Armando José Sequera en su libro “Cultura y Patrimonio”, publicado en 2004 por el Consejo Nacional de Cultura, indica que el patrimonio cultural de nuestro país también incluye la obra de nuestros escritores en campos como la poesía, con figuras como Juan Antonio Pérez Bonalde, José Antonio Ramos Sucre, Andrés Eloy Blanco y Rafael Cadenas.

En el campo del cuento y la novela, destaca los aportes de Teresa de la Parra, Rómulo Gallegos, Miguel Otero Silva, Arturo Uslar Pietri, Enrique Bernardo Núñez, Alfredo Armas Alfonzo, Eduardo Liendo, Ednodio Quintero, Denzil Romero, Ana Teresa Torres, entre otros.

El talento de nuestros escritores también se expresa en la producción de ensayos, gracias a figuras como Rufino Blanco Fombona, Mariano Picón Salas, Mario Briceño Iragorry, Isaac J. Pardo, Ludovico Silva y Víctor Bravo, y en la dramaturgia, como Román Chalbaud, Isaac Chocrón, José Ignacio Cabrujas y Rodolfo Santana.

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