Venezuela y Cuba se unen para conmemorar 164° años del natalicio de José Martí

28 enero, 2017

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Luis Britto García destacó la visión geopolítica y la vigencia de las ideas y palabras de Simón Bolívar y José Martí

Texto: Jufany Toledo / Fotos: Laila Saab / Prensa IABN

Este sábado 28 de enero, para conmemorar los 164° años del natalicio del prócer de la Revolución Cubana, José Martí, venezolanos y cubanos poblaron la plaza que lleva su nombre, a objeto de ofrendar con flores, palabras, cantos y poesía, al más universal de los cubanos, en un emotivo acto donde el pensador y escritor Luis Britto Garcia fue el orador de orden.

La actividad tuvo su inicio en la Casa de Nuestra América José Martí, en la que se dieron cita la viceministra para el Fomento de la Economía Cultural, Aracelys García, el director de la Biblioteca Nacional y presidente (e) de la Casa de Nuestra América José Martí, Sady Loaiza, el vicepresidente y la directora ejecutiva de la Casa Martí, Edmundo Aray y Zaida Castro, respectivamente, colectivos culturales, representantes de las misiones sociales y de diversos grupos martianos y comunidad en general.

En nombre del presidente Nicolás Maduro y del ministro del Poder Popular para la Cultura, Adán Chávez Frías, Aracelys García se dirigió a los presentes, exaltando la importancia y el afecto que el pueblo venezolano siente por Martí, así como también, la gratitud por la solidaridad del pueblo cubano que ha venido a apoyar la Revolución Bolivariana con las distintas misiones.

“En la mañana de hoy abrazamos a este gran nuestroamericano que es José Martí, y con él abrazamos al pueblo de Cuba. Esta celebración tan bonita la hacemos a 164° años de su nacimiento a quien defendió la tesis política de nuestra América unida, sobre la cual debemos continuar trabajando, reflexionando; y por la frescura con la que nos trajo nuevamente a Bolívar, la frescura de su literatura con la que le cantaba a los niños, todo eso es importante recordarlo un día como hoy, recordar a un hombre absolutamente espléndido y muy amado por Hugo Chávez y Fidel Castro, quienes en el año 2000 se unieron para crear esta casa y revelar a Martí para las nuevas generaciones”, dijo García.

Antes de invitar a los presentes a trasladarse a la Plaza José Martí, Sady Loaiza informó sobre la reestructuración que se le había hecho a la Casa Martí, los distintos espacios recuperados y la creación de un rincón de lectura en la sala Haydée Santamaría, donde las y los promotores de lectura de la Biblioteca Nacional, estaban compartiendo con las niñas y niños presentes, el cuento “La muñeca negra”, mientras otros más aficionados a la plástica, se apostaron en el bulevar Panteón para pintar a Bolívar y a Martí.

Una vez en la Plaza Martí, la coral del Instituto Universitario Francisco de Miranda se encargó de entonar los himnos de Cuba y Venezuela, que precedieron a extraordinarios arreglos de famosas canciones cubanas como Guantanamera y el Yerbero. Luego de las respectivas ofrendas florales ante el busto de Martí, el concejal del municipio Bolivariano Libertador, José Bracho, se encargó de dar la bienvenida a los presentes, entre quienes se encontraban además, Luis García Trujillo, segundo jefe y encargado de negocios de la Misión Diplomática Cubana acompañado por miembros de dicha legación, Luis Britto García y la luchadora política María León, entre otros.

Luis Britto García, abogado, historiador, ensayista y dramaturgo, quien ha sido objeto de innumerables reconocimientos y premios por su prolífica obra, fue el orador de orden; con la jocosidad que le caracteriza y su natural juego con las palabras, Britto García, flanqueado por dos actores que representaban a Simón Bolívar y a Francisco de Miranda, recreó la Caracas Guzmancista a la que le tocó enfrentarse a Martí, cuando llegó a postrarse ante la estatua ecuestre del Libertador, el viernes 21 de enero de 1881.

“Que bella la mañana que comienza recordando un nacimiento, y más que el nacimiento de un hombre, el nacimiento de El Caribe…” Con estas palabras inició su disertación Britto García, para luego presentar un sinfín de interrogantes sobre los pensamientos que pasaban por la cabeza de Martí, al encontrarse con la estatua de Bolívar, un hombre de salud débil cuya única arma era su pluma, y con ella logró escribir versos hermosos, capaces de arrancar las lágrimas de sus lectores, expresó.

Imaginando el momento de su muerte en Dos Ríos, el orador expresó: “Martí fue a sacrificar su vida, a inmolarse, cuántas balas pudo haber disparado… antes de caer abatido sobre la tierra… Pero no acaba allí, un poema apenas empieza después de ser escrito, y para un poema hay una herramienta que es el lenguaje, las palabras ya están inventadas, están allí, sólo falta organizarlas para que adquieran un tono de inmortalidad y para que sean invencibles y es lo que Martí sabe…”

Realmente así ha sido la historia martiana. Martí supo organizar las palabras para transmitir su pensamiento a través de la pluma, con la que a ratos escribió versos y a ratos escribió ensayos, teatro, crónicas, cartas, discursos y artículos de opinión. Gracias a la inmensidad de sus palabras y a la contundencia de su lenguaje, el mundo entero conoce a Martí y lo reconoce como un bolivariano, un hombre de pensamiento y acción, porque como el mismo diría: “Hacer, es la mejor manera de decir”

El evento finalizó con la participación de las niñas y niños de “La Colmenita del 23 de Enero”, quienes acompañados con la Coral del CUFM, interpretaron canciones basadas en los versos de Martí, y las danzas del grupo de la Edad de Oro de la parroquia Coche.

Nace un Apóstol

José Julián Martí Pérez, “El cubano universal”, como le bautizara Mariano Picón salas, nació el 28 de enero de 1853, en la calle Paula N° 41 en La Habana. Desde temprana edad quiso conocer la tierra del Libertador Simón Bolívar, fuente de inspiración de sus ideas libertarias y emancipadoras, y con apenas 28 años llegó a Venezuela, donde permaneció por espacio de seis meses.

Martí dejó una profunda huella en los venezolanos, aquí ejerció la docencia en el Colegio Santa María y el periodismo en las páginas de “La Opinión Nacional”, fundó la Revista Venezolana y produjo buena parte de su obra literaria. Muchos intelectuales y escritores de la época, como Nicanor Bolet Peraza, Juan Antonio Pérez Bonalde, Fausto Teodoro de Aldrey, Lisandro Alvarado, Gonzalo Picón Febres, José Gil Fortoul y Cecilio Acosta, marcaron a su vez la vida de Martí, quien debió abandonar de manera abrupta nuestro país, por órdenes del entonces presidente Antonio Guzmán Blanco.

El nacimiento de un personaje tan extraordinario para la historia de Nuestra América y un insigne Bolivariano como José Martí, no puede pasar desapercibido. Su papel para lograr la liberación del pueblo cubano, y especialmente su contribución decisiva en las letras, la política y la filosofía, es un legado que no se puede dejar perder, es por ello que de manera permanente, cada año el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, a través de la Casa de Nuestra América José Martí, celebran la vida y la obra del Apóstol de la Revolución Cubana.

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