Los cuentos constituyentes de un kiosquero muy veraz…
26 abril, 2017
»Historias mínimas de la Carta Magna» un testimonio de esperanza y lucha
Texto: Renny Marrero / Foto: Adianez Gutiérrez / Prensa IABNSB
Resulta un gran compromiso atreverse a reseñar una obra de un maestro del periodismo, como lo es el profesor Earle Herrera, cuyos títulos, El reportaje y el ensayo (1983, 1999, 2012), La Magia de la crónica (1986, 1991, 2012) y Periodismo de opinión (1997, 2012), son textos fundamentales en el Programa de Formación de Grado en Comunicación Social en la Universidad Bolivariana de Venezuela UBV. La profesora Mercedes Chacín, hoy directora de la revista ÉPALE Caracas, siempre aconsejaba a sus alumnos el estudio minucioso de estos trabajos, y para muchos, se convirtieron en nuestros libros de cabecera. Por eso, es un honor más que reseñar recomendar, promover y celebrar la lectura de Historias Mínimas.
Hay libros que atrapan e invitan, o más bien obligan a leerlo de un tirón, esto sucede con el recién bautizado libro del profesor, periodista y diputado Earle Herrera, en el que, en mini crónicas, presenta una radiografía de lo que fue el proceso de parto, y feliz nacimiento; Por allá, por el año 1999 de la Asamblea Nacional Constituyente y nuestra flamante Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, única Carta Magna a nivel mundial redactada con puño y letra de pueblo…
Ayer se realizó el bautizo y presentación pública de esta nueva obra del destacado parlamentario, quien también, es poeta y cuentista -virtudes de las que hace gala en las páginas de estas historias mínimas que como bien dijo el Dr. Hermann Escarrá- “son en realidad historias gigantes sobre un gigante llamado pueblo”. Otras de las personalidades presentes en el acto, que tuvo lugar en la sala Hugo Chávez del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas IABNSB, fue el ministro de cultura, Adán Chávez, quien reflexionó sobre las formas de leer y confesó que como amante de los libros, él tiene tres maneras de acercarse a un libro, siendo una de ellas, el abrirlo al azar y ver qué quiere decir, qué nos grita o nos susurra el texto. Otra es ir al índice, y empezar la lectura por el capítulo o apartado que más nos llame la atención, en este caso, el libro en cuestión se presta con gran facilidad para estas formas de »picoteo lector».
Y así fue, camino a casa abrí el libro al azar y me encontré con una de las pequeñas historias títulada »¿Dónde andan?». En ella el profesor Earle, reflexiona sobre el destino de los constituyentitas, una vez lograda la titánica tarea que les convocó: »Así es la historia», nos comenta al final de este micro relato, al referir como algunos saltaron talanquera. Otros volvieron a sus vidas profesionales, fuera del ámbito político y muchos han seguido la senda revolucionaria, entre ellos, un constituyente llamado Nicolás Maduro, quien hoy como Jefe de Estado, lleva el volante de la Revolución Bolivariana. Al leer esa reseñas, fui saltando a otras crónicas, pero esta vez, al igual que el ministro Adán, me fui al índice y me llamaron la atención algunos títulos como: »Aquel camión» (pág.66), »Puertas abiertas» (pág.82), “Originaria» (pág.140), »Colectiva» (pág 141) y »Todo cambiará» (pág. 142). En ellas, se narra como el pueblo de a pie, ese que históricamente había sido marginado, se empoderaba por primera vez del hecho político con voz y letra propia.
A partir de allí, decidí echar mano de la tercera forma de leer que mencionara el ministro Adán y recomencé la lectura desde el principio del libro, en el que, el prólogo del también poeta y constituyente Gustavo Pereira, a quien debemos el preámbulo de nuestra CRBV, invita a sondear »Los venturosos recuerdos de Earle», en los que se van plasmando momentos claves de la génesis de la Revolución Bolivariana: Estos recuerdos venturosos llevan la dulzura del saberse testigo de un momento histórico, el asombro de situaciones tragicómicas y la nostalgia por aquellos amigos que se fueron lejos, como Eliézer Otaiza y William Lara, quienes siguen presentes en esta lucha de ideales redentores , contra el horror y la barbarie, como bien señala Pereira en el portal de estos cuentos constituyentes.
No por poético pierde un ápice de texto militante este libro, en el que se develan también las miserias humanas de ese sector, que empeñado siempre en arrebatarle la felicidad al pueblo, se opuso desde un principio a la Constituyente y a la Carta Magna, que este decidió darse para refundar la República. En pocas palabras, este libro no tiene desperdicio y será, como lo dijo Escarrá: “un referente obligado de consulta y memoria colectiva de las luchas del pueblo”.
Historias mínimas de la Carta Magna, estará disponible en la red de Librerías del Sur, como testimonio de esperanza y lucha a la espera del pueblo lector, que se hallará reflejado en su páginas de amor y combate, invitamos pues, a su lectura, como un acto de reincidencia revolucionaria.