Orlando Araujo, poeta de la versatilidad y venezolanidad
14 agosto, 2017
Ante los ojos del mundo, este amante a las letras, era reconocido como un hombre de paz, humanista, humilde e intelectual, portador de un estilo único
Texto: Fabiola Cesin/ Fotografía: Fabiola Cesin/ Prensa BNV
«Regalo mis árboles al viento, dejo mi corazón a los amigos; dejo al mordisco de mis enemigos, la dura carne de mi pensamiento”, fragmento de Testamento poético de Orlando Araujo.
El poder trasmitir a través de estas lineas los aportes culturales de hombres y mujeres que han contribuido con la construcción de nuestra identidad y venezolanidad, resulta para muchos y muchas, un acontecimiento sublime. Orlando Araujo, poeta, narrador, ensayista, periodista y economista, es uno de ellos; quien nació en el estado Barinas, municipio Calderas, el 14 de agosto de 1927, y falleció en Caracas el 15 de septiembre de 1987.
Fruto de la unión de Sebastian Araujo y Belén Ciangherotti, creció disfrutando los paisajes maravillosos de la inmensa llanura de Barinas, probablemente esas tierras, esos ríos y paisajes que lo vieron crecer, despertaron su brillante don literario.
Reconocido mundialmente, por la increíble versatilidad a la hora de escribir textos literarios, además, de la personalidad comprometida con las causas sociales y políticas donde estuvo inmerso; por tal motivo, su figura y proceder constituyen indudablemente un modelo a seguir para el desarrollo de los integrantes de las sociedades.
Durante su infancia, cursó sus estudios primarios en su lugar de origen, continuó en la ciudad de Boconó, situada al sureste del Estado Trujillo, concluyéndolos en Barinitas, ciudad ubicada al pie de la Cordillera de Mérida, en el estado Barinas; posteriormente ingresó en el liceo Simón Bolívar de San Cristóbal, donde inició sus estudios secundarios, finalizándolos en el liceo Andrés Bello de Caracas.
Es importante destacar, que debido a su libre proceder, recorrió diversas ciudades de Venezuela a lo largo de su infancia y adolescencia, aspecto que sirvió de gran utilidad para conocer ampliamente la riqueza geográfica y cultural de su país.
Con el objetivo de realizar estudios superiores, en el año 1949 se trasladó a Estados Unidos de América, específicamente a la ciudad de Nueva York, donde cursó la carrera de Letras y Economía en la Columbia University. Con el fin de ampliar sus conocimientos realizó un doctorado en Ciencias Económicas en el año 1955. Posteriormente en 1958, se incorporó a la labor docente en las facultades de Economía y Humanidades de la UCV y 1969 asumió la dirección de la Escuela de Letras de esa casa de estudios.
Una vez superados sus objetivos académicos, decidió contraer matrimonio con Trina Urbina, para el año 1966, quien llegó hacer fuente de su buena prosa. Para ese mismo año, le dio a la imprenta el ensayo sobre Manuel Díaz Rodríguez, el cual titulo La palabra estéril, a través de la mencionada obra se reveló como un digno especialista del género literario.
Nuevamente, con el ensayo Venezuela Violenta, vuelve a las vitrinas, obra de contenido político, en el que refleja la valentía de sus pensamientos, planteamientos y expresiones respecto de la violencia suscitada en Venezuela durante los años sesenta, así mismo señala, como y cuando iniciaron los grupos antiimperialistas a alzar sus voces como muestra de protesta.
En el año 1970, asombró al mundo con el libro Compañero de viaje, texto cargado de ficción que recopila una serie de relatos, que tienen como escenario el pie de monte andino, donde se narran los violentos dramas del caudillismo y odios en las poblaciones de los Andes venezolanos.
El género ensayístico destacaba a Orlando Araujo de todos los autores de la época, el ensayo sobre la obra de Enrique Bernardo Núñez, que primero apareció como prólogo a la edición de Cacao en 1972, y más tarde vio la luz como volumen independiente, con la editorial Monte Ávila en 1980.
Dos años después, le entregó a la imprenta un nuevo ensayo literario, titulado Contrapunto de la vida y la muerte, dicho material resalta la poesía de Alberto Arvelo Torrealba, y luego en 1975, vuelve al mercado literario con una aproximación de la vida y la obra del poeta Antonio Arráiz.
Entre las obras más emblemáticas del autor, se encuentran: Operación Puerto Rico sobre Venezuela (1969); Lengua y creación en la obra de Rómulo Gallegos (1976), esta obra lo hizo merecedor del Premio Nacional de Literatura; Manuel Vicente Patacaliente (1978), con la que reanudó su linea creativa; Siete cuentos (1980), breve recopilación narrativa; Barinas son los ríos, El tabaco y el viento (1980), y Narrativa venezolana contemporánea (1988), esta última obra, vio la luz, con carácter póstumo.
El Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, resguarda celosamente un amplio repertorio de las obras de Orlando Araujo, con la misión de acercar a las nuevas y futuras generaciones al maravilloso mundo descrito por este insigne literato, entre ellas: Compañero de viaje, cota: NV A663, V863.44 A663c 2015; La neblina y el verbo, cota: V863 A663Z, V863.4409 A663n; Glosa de piedemonte, cota: V861.44 A663g; Los viajes de Miguel Vicente Patacaliente, cota: 028.535 A663v 2013; Siete cuentos, cota: V863.44 A663s 2013, entre otras.
Ante los ojos del mundo, este amante a las letras, era reconocido como un hombre de paz, humanista, humilde e intelectual, portador de un estilo único, hacia llamarse “hijo de dos tierras: llanero y andino”. Se ganó el respeto y la admiración del mundo gracias a sus aportes en el área literaria, su apoyo en el desarrollo económico, político y cultural, a nivel nacional y en toda hispanoamérica, así como también, su colaboración para la renovación de las Escuela de Letras venezolana.