Iliana Morante disertó sobre las peripecias de los archivos de Miranda

21 octubre, 2016

Gracias a las gestiones de Caracciolo Parra Pérez los papeles de Miranda regresaron a la patria, después de 114 años perdidos

Texto: Jufany Toledo / Fotos: Ronald Montaño / Prensa IABN

Este jueves 28 de julio, la historiadora Iliana Morante Osío, protagonizó un conversatorio sobre los papeles de Miranda, en conmemoración de los 200 años de la muerte de Sebastian Francisco de Miranda y Rodríguez, conocido como “el primer venezolano universal”, a quien se le recuerda en el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, IABN, con una serie de eventos en torno a su vida y su legado.

La actividad se llevó a cabo en el marco de la exposición “Miranda, vives con el sentimiento de la fuerza”, en la sala Juan Germán Roscio de la Institución, y contó con la presencia del profesor Sady Arturo Loaiza, director del IABN, quien dirigió unas emotivas palabras a las y los trabajadores presentes, exhortandolos a compartir sus trabajos e investigaciones en diversos espacios, y agradeció a quienes como verdaderos maestros, dejan un legado tangible en la Biblioteca Nacional.

“Agradezco a Iliana Morante por compartir sus investigaciones, por ponerlas al servicio de la Institución y del país, porque esta conferencia muy pronto estará disponible en nuestra biblioteca digital “César Rengifo”, para que todas y todos puedan consultarla, e igualmente vamos a coordinar para que Iliana la ofrezca en otras bibliotecas públicas, especialmente en la Francisco de Miranda, ubicada en el parque Miranda”, dijo Loaiza.

Seguidamente, la historiadora Iliana Morante hizo un recorrido histórico, a fin de contextualizar a los presentes sobre la importancia y la universalidad del Precursor de la Independencia de Venezuela y todas las peripecias que sufrieron los baules contentivos de los papeles de Francisco de Miranda, los cuales se creyeron perdidos durante 114 años; y enfatizó y reconoció todas las gestiones realizadas por el venezolano Caracciolo Parra Pérez, para que estos regresaran a Venezuela en 1926.

Apoyada con las imágenes que lo evidencian, Morante destacó que Miranda ocupaba sitiales de honor y había sido objeto de reconocimientos en otras partes del mundo. Su retrato elaborado por Georges Ruget está expuesto en la Galería de los Personajes del Palacio de Versalles, su estatua pedestre en posición de combate se encuentra en el Campo de Valmy en Francia, de la cual existen dos o más replicas en otros países, y su nombre está grabado en el Arco de Triunfo de París, mandado a construir por Napoleón, junto al de los generales que pelearon por la Revolución Francesa.

Como un hombre culto, gran lector y viajero incansable, lo calificó la historiadora: “Para Miranda lo más preciado eran sus libros, leyó a los más importantes autores y filósofos de la época, hablaba más de cinco idiomas y escribía indistintamente en cualquiera de ellos, con sus baules llenos de libros se trasladaba a todas partes, recorrió diversos países y ciudades que fueron descritas y calificadas en su diario; y gracias a su amistad y a la protección brindada por la Zarina Catalina, se le abrieron grandes puertas y fue muy bien recibido en las ciudades que visitó”, dijo.

Seguidamente, Iliana Morante leyó parte del Testamento de Miranda, a través del cual expresaba el deseo de que sus libros y papeles regresaran a Venezuela, siempre y cuando esta estuviese libre del yugo español; y su deseo fue cumplido muchos años después, gracias a las distintas gestiones realizadas en Londres por Caracciolo Parra Pérez, para recuperar los papeles de Miranda, algunos de los cuales se encuentran en la Biblioteca Nacional, especialmente sus clásicos griegos. Igualmente destacó que, en el año 2007 la UNESCO los declaró como Memoria del Mundo.

“Estos archivos fueron adquiridos en 3 mil libras esterlinas por el gobierno de Juan Vicente Gómez, quien era muy nacionalista y no iba a permitir que estos fuesen vendidos a una universidad norteamericana, llegan a Caracas en noviembre de 1926, colocándose a disposición de la Academia Nacional de la Historia, donde permanecieron hasta el año 2010, cuando el presidente Hugo Chávez emite un decreto, transfiriendo su guarda y custodia al Archivo General de la Nación.

El archivo del General Miranda, conocido como “Colombeia”, está integrado por manuscritos, impresos, mapas y planos empastados en 63 volúmenes y dividido en tres secciones 26 volúmenes de viajes; 18 volúmenes de la Revolución Francesa y 19 volúmenes de negociaciones; ha sido publicado, editado y re-editado por la Presidencia de la República.

En la actualidad, gracias al Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de la Biblioteca Nacional, el Archivo General de la Nación y el Centro Nacional de la Historia, se encuentra digitalizado y a la disposición de todas y todos los venezolanos, con el nombre de Colombeia, Memoria del Mundo.

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