Libros y palabras forman parte de la memoria digital

25 octubre, 2016

Yerly Herrera, Maité Dautant y Juliana Boersner coinciden en que sin memoria se pierde la identidad

Texto: Jufany Toledo / Fotografía: Ronald Montaño / Prensa IABN

Yerly Herrera, Maité Dautant y Juliana Boersner, tres profesionales del mundo del libro, la lectura y las ciencias de la información, integraron el panel que abrió la segunda jornada del VI Encuentro de enriquecimiento y conservación de la memoria colectiva, que se llevó a cabo este miércoles 05 de octubre en la sala Amabilis Cordero del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas.

Amparadas en el eje temático, “Registro de la memoria colectiva en la web 2.0”, las panelistas coincidieron en la necesidad de preservar la memoria colectiva o individual, digital o analógicamente, como una manera de mantener rasgos que nos identifiquen como miembros de este país, y habitantes de esta época, con características y condiciones particulares.

Yerly Herrera, profesora de Castellano y Literatura, promotora de lectura y responsable de la biblioteca pública La Vega, compartió una experiencia lúdico-cognitiva que ha venido desarrollando con las y los abuelos del sector, a objeto de registrar la memoria colectiva, esa que atesoran las personas de la tercera edad y que les permite aumentar y compartir el conocimiento que tienen de si, y lograr a la vez encontrarse con sus pares para alcanzar mayores niveles de supervivencia, reforzando su identidad y sentido de pertenencia.

Herrera denomina su proyecto “Bitácora de lectura”, un cuaderno donde a través del juego con imágenes y palabras, se estimula la creatividad de los y las participantes, quienes se animan a compartir sus historias y vivencias. En dicho cuaderno las y los abuelos desarrollan su vena artística y poética, ya que en él incorporan diversos recursos estéticos como fotos, dibujos, recortes etc, y luego lo comparten en forma oral y escrita. “”Este cuaderno ha resultado ser un espejo que les ayuda a ejercitarse”, dijo.

Maité Dautant, magíster en lectura y escritura, docente universitaria y reconocida por su amplia experiencia en el mundo de los libros para niños y jóvenes, afirmó que: “El libro ha sido uno de los principales soportes para preservar la memoria; y una puerta fundamental de acceso al conocimiento, en él se recogen diversos saberes desde tiempos remotos; y la literatura es una de las formas de recopilarlos, pues contiene además el mundo interior de quien la escribe, conformado por una intrincada red de experiencias y recuerdos”.

Dicho esto, Dautant explicó como la experiencia de la lectura y la necesidad de los lectores para comunicar lo leído, han dado paso a la creación de infinitos blogs, páginas especializadas, organizaciones dedicadas a la promoción de la lectura, publicaciones periódicas digitales, booktubers, booktrailers, vídeos de libros, bibliotecas digitales, libros digitalizados, que nos llegan a través de las diversas redes sociales, como sustituto o complemento de las antiguas tertulias o peñas literarias, cada vez más escasas.

Luego de mostrar a los presentes las diversas propuestas que existen en la web, expresó: “Podríamos decir entonces que los medios digitales funcionan como una suerte de memoria externa, que permite a las personas compartir información de sus experiencias y opiniones sobre la lectura, pero que a la vez sirve como banco de datos; solo hace falta recordar en la memoria personal algunas palabras claves para ir a buscar lo que se quiere recordar (…)  Las redes sociales y los blogs son espacios propicios para revelar y compartir el recorrido vital de un lector”.

Mientras que Juliana Boersner, magíster en Ciencias de la Información y docente universitaria, expresó su preocupación por la fugacidad y permanencia de la memoria colectiva, en tiempos de redes sociales. “Cada vez depositamos más confianza en la tecnología. Todo aquello que antes debíamos aprender de memoria ahora lo podemos guardar en un dispositivo electrónico y muchas veces no recordamos ni nuestro propio número telefónico (…) pero en las redes sociales la información puede ser efímera, hoy está y mañana no…”

“A veces hay discusiones y foros interesantísimos que de repente se nos esconden, a dónde van, cómo rescatarlos” -planteó Boersner- y explicó además que debido a los continuos cambios de la tecnología, el rol de los profesionales de la información ha tenido que cambiar, “tenemos otro tipo de usuarios, y cada vez le damos más poder a la imagen que a la palabra, estamos viviendo una era muy visual”, dijo.

Apoyada en imágenes que evocaron recuerdos en la audiencia, la ponente señaló que “la memoria humana puede ser individual o colectiva, pero en cualquier caso tiene que ver con la sensibilidad, los recuerdos y la cultura, porque cada uno tiene sus propios referentes, los cuales nos permiten construir nuestra propia memoria y esta es nuestra identidad. Sin memoria no hay identidad”. Finalizó.

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