Más de 1.000 títulos se intercambiaron en el gran cambalache Libro x Libro en la Biblioteca Nacional

29 abril, 2019

Cayó un aguacero de letras entre los asistentes a la fiesta literaria, que promete una nueva edición

 

Texto:Renny Marrero/ Foto: Ronald Montaño/ Prensa IABNSB 26/04/019

 

La lluvia no fue impedimento para que vecinos de la Gran Caracas y de otras latitudes disfrutaran de la primera edición del cambalache Libro x Libro en la Biblioteca, actividad cultural que, bajo el lema "Intercambiando libros, puedes cambiar vidas", se llevó a cabo en los espacios abiertos del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (IABNSB) y que fue bien recibida por parte del pueblo lector.

 

        

 

Como una fiesta literaria sin precedentes en la institución lo catalogó el director general de Biblioteca Nacional, Ignacio Barreto. El cambalache Libro x Libro en la Biblioteca, en apenas 5 horas de duración -de 9:00 de la mañana a 2:00 de la tarde- hizo circular en manos de sus participantes más de 1.000 obras.

 

‘‘Es un experimento hermoso el hecho de acercar, de forma libre y totalmente gratuita, a personas de todas las edades esas extraordinarias herramientas que son el libro y la lectura, con las que no solo se recrean sino que fortalecen el pensamiento y la reflexión’’, sentenció Barreto, quien recalcó que desde ya se prepara una próxima edición de este encuentro, en el marco de la celebración del Mes del Libro, una propuesta del Ministerio del Poder Popular para la Cultura que se extenderá hasta el próximo 23 de mayo.

 

De igual manera, destacó que esta actividad fue totalmente autogestionada y llevada a cabo gracias al trabajo conjunto de trabajadores de distintas direcciones del IABNSB. No pasó por alto la situación climática, por lo que elogió tanto el empeño de los organizadores como el tesón de los participantes, quienes, contra todo pronóstico, dijeron presente para entregar y llevarse los libros escogidos.

 

Por su parte, el director del Programa de Servicios de Bibliotecas Públicas, Jorge Castro, manifestó sentirse emocionado al ser testigo de la acogida que el público dio a la actividad. ‘‘Es un gran encuentro de trabajadores bibliotecarios con los usuarios, un encuentro fraternal y cara a cara en el que estamos disfrutando y compartiendo como compañeros. No es el simple hecho de cambiar un libro por otro, estamos acá convocados por un sentimiento de humanidad y de amor por la lectura, festejando a ese gran amigo que es el libro y celebrando en una gran casa que es la Biblioteca Nacional’’, destacó.

Este compartir viene a recordarnos que los venezolanos somos en esencia un pueblo culto, lector, amoroso de los libros, un pueblo que intercambia y que también promociona la lectura. Aquí no se está comerciando el libro, sino entregando una obra que ya apreciamos y disfrutamos por otra que pueda atraparnos, ya que cada libro que llega va directo a la mesa’’, recalcó Castro.

Lecturas dramatizadas, teatro histórico, actividades lúdicas y recreativas dirigidas a los niños, talleres de artes plásticas con material reciclable y la presentación de agrupaciones musicales sirvieron de complemento al cambalache, ofreciendo opciones para toda la familia.

         

Además, quienes asistieron sin libros para intercambiar no se fueron con las manos vacías, pues se les hizo entrega de tiques de cortesía con los que pudieron llevarse libros como obsequio.

También, los diferentes servicios y colecciones que integran al IABNSB fueron promovidos a través de exposiciones que invitaron al público a conocer el patrimonio histórico documental que conserva, preserva y difunde la Biblioteca Nacional.

         

‘‘Leer contra todo pronóstico’’ fue una de las frases emblemáticas que marcó este encuentro con las letras. Así lo demuestra el testimonio de Carlos Páez, un ávido lector oriundo de San Antonio de los Altos, estado Miranda, que desde las 8:30 de la mañana ya se encontraba entre los primeros amantes de la lectura, y que tras entregar sus libros usados en el punto de recepción y recibir los tiques intercambiables por las obras que esperaban en los estands, tuvo la suerte de encontrar una novela policíaca que siempre había estado buscando: ‘‘Torsos’’, del escritor norteamericano John Peyton.

 

Aunque lo reglamentario fue que cada participante intercambiara un máximo de 5 libros, fue necesario hacer honrosas excepciones. Tal fue el caso de la señora Fátima Córdoba, quien más que intercambiar manifestó su intención de donar parte de su colección personal.

         

‘‘Es una gran iniciativa y una oportunidad para los amantes de la lectura, quienes vivimos esperando año tras año la feria del libro. No sabía que se estaba dando; pasé por acá, me enteré y como vivo cerca me traje tres libros que leí hace tiempo para intercambiarlos’’, señaló la joven Vanesa Pérez.

 

         

         

          

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