117 aniversarios del natalicio de Francisco José Narváez

4 octubre, 2022

Francisco Narváez, pionero en el uso de maderas nacionales, con piedras de Cumarebo y Araya; rompió todas las normas transformando de manera definitiva la forma de ver la escultura en Venezuela.

Texto: Prensa IABNSB / Fotos: Cortesía 

Francisco José Narváez, nacido el 4 de octubre de 1905 en Porlamar, estado Nueva Esparta, es considerado uno de los más importantes artistas plásticos de Venezuela del siglo XX. Pintor y escultor cuya obra, según algunos historiadores del arte venezolano, rompió con todas las normas académicas existentes y transformó de manera definitiva la forma de ver la escultura en nuestro país.

Narváez fue pionero en el uso de la gran variedad de maderas nacionales, y a gran escala, con las piedras originarias, en especial las de Cumarebo, Falcón y Araya, Sucre. Su amplia producción artística se caracteriza por un fuerte componente étnico, con reminiscencias negroides e indígenas, destacándose una asentada identidad cultural en sus raíces étnicas. Este artista utilizó su arte para el cultivo de valores y la sensibilidad en la defensa de la fauna y la naturaleza. Su obra está caracterizada por tener grandes volúmenes, como pueden observarse en la conocida “Las Toninas”, de la fuente de la Plaza O’Leary, en El Silencio, y en la fuente de Parque Carabobo, en los relieves de las fachadas de los museos de Bellas Artes y Ciencias Naturales, todas exhibidas en la ciudad de Caracas.

Narváez, se inicia como artesano, estudia en la Academia de Bellas Artes de Caracas y, más tarde, en París. Su primera exposición la efectuó en el Club Venezuela, en 1928, antes de irse a Europa a cursar estudios de arte. Dos años más tarde, inaugura en el mismo club una muestra en la que recoge las influencias recibidas de la llamada escuela de París. En 1934 inicia sus primeros trabajos ornamentales para el urbanismo de Caracas, y ejecuta la fuente del Parque Carabobo, notándose su inclinación hacia la escultura; durante este período realiza el relieve para los edificios de los museos de Bellas Artes de Caracas y el Ciencias Naturales, ambos proyectos del arquitecto Carlos Raúl Villanueva.

Entre algunas piezas artísticas realizadas por Francisco Narváez, se encuentran: las ubicadas en la Ciudad Universitaria de Caracas, que el afamado arquitecto Villanueva concibió como una “síntesis de las Artes”: La Educación, La Ciencia, El Atleta, el fresco de la Capilla Universitaria, el busto de José María Vargas y la Cultura, estas dos últimas en la plaza del rectorado son algunas de sus obras que se encuentran en la Universidad Central de Venezuela.

En 1979 se inauguró en Porlamar el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, para el cual el artista donó la “La Ronda”, escultura vaciada en bronce, representa a cuatro niñas tomadas de las manos, ejecutando el baile folklórico de la región del estado Nueva Esparta, llamado el Sepe-Serepe, ubicada en la plaza Bolívar de Porlamar. En 1981 y 1982, realizaría piezas escultóricas de dimensiones monumentales, una de ellas, la Armonía de Volúmenes y Espacio, para el Metro de Caracas, ubicada en la Plaza Francisco Narváez a la salida de la Estación del Metro de La Hoyada.

Luego de su muerte, 7 de julio de 1982, se crea en 1985 la Fundación Francisco Narváez, cuya sede está en el mismo sitio de su último taller de la Avenida San Martín, en cual se conserva en perfecto estado y donde hoy funciona el Museo Francisco Narváez Caracas.
 

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