Leer extra muros

19 mayo, 2016

19 Mayo 2016

Texto: Jufany Toledo / Foto: Archivo Prensa IABN

Las acciones de las bibliotecas públicas, tanto de la Red Metropolitana como de las Redes Estadales, se corresponden con las particularidades sociales, económicas, políticas y culturales de cada región; esta complejidad promueve la creatividad de las y los bibliotecarios, y los lleva a trabajar en sintonía con las necesidades de sus respectivos usuarios y usuarias; así como también con las directrices emanadas de su ente rector, el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas.

En ese sentido, la gestión de la Biblioteca Nacional de Venezuela y su Red de Bibliotecas y Servicios Bibliotecarios, está enmarcada y orientada dentro del Plan de la Patria y en consonancia con las políticas emanadas por el gobierno revolucionario, a través del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, por la Constitución y las leyes de la República Bolivariana de Venezuela. Eso es lo que debe guiarlas.

Ante la actual situación de crisis y racionamiento energético que vive el país, y su consecuente reducción de horarios, las bibliotecas públicas se han reinventado, intensificando su trabajo en las comunidades y promoviendo la lectura extra muros. Las trabajadoras y trabajadores bibliotecarios, en diversas regiones del país, están llevando los libros y la lectura a espacios públicos no convencionales, y de esta manera coadyuvan en la construcción de ciudadanía, a través de la formación de lectores autónomos, gente que se acerca de manera espontánea a revisar los libros y a escuchar con atención la lectura en voz alta.

Un morral de libros ha caracterizado la imagen de las y los promotores de lectura. Me refiero a aquellos que conocen muy bien su colección y son capaces de instalar un “Rincón de lectura” en cualquier calle, plaza, parque, cárcel u hospital y declamar un poema, soltar una adivinanza, impresionar con un trabalenguas, narrar o leer un cuento, logrando que cada oyente se transporte a ese lugar de fantasía que en él se describe o se convierta en el protagonista de la historia y la haga suya. Con estas acciones, se enamora a un posible lector que luego quiere visitar la biblioteca para escuchar nuevamente esa historia que le cautivó, para tener el libro en sus manos, hojearlo, deleitarse con las imágenes y recrearlas.

Como es bien sabido, la lectura es un aprendizaje social, no individual, e interdependiente con el entorno social, cultural y afectivo del individuo; de manera que estas actividades sirven además para involucrar a padres, representantes, y otros miembros de la familia que acompañan a los niños y niñas, a que se sumerjan en el maravilloso mundo de la lectura, y a disfrutar de todos los beneficios que ella nos brinda.

Participar en diversas experiencias de lectura, donde existan libros, promotores de lectura y diálogo entre la gente; convivivir desde temprana edad en un entorno lector; participar en actividades donde se socialice la lectura; tener acceso a una diversidad de textos literarios en sus distintos géneros; asistir a conciertos, recitales, obras de teatro y demás manifestaciones artísticas; y contar con el apoyo de padres, maestros y bibliotecarios conscientes de su tarea, son algunas de las claves para formar lectores críticos y participativos. Incluso, sin paredes.

Leyenda: Bibliotecarios promueven la lectura extra muros

CompartirShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterEmail this to someonePrint this page