Se pegó las plumas con engrudo: Los desiertos del Ángel de Alfredo Armas Alfonzo

7 agosto, 2017

Hace 96 años nació uno de los escritores venezolanos considerado el precursor del realismo mágico

Tania Oropeza/Foto: Prensa: IABNySB

Un 06 de agosto de 1921, la cuidad de Clarines situada en el estado Anzoátegui en Venezuela, vio nacer al escritor y periodista Alfredo Armas Alfonzo, quien inicia su escritos en periódicos de circulación local, convirtiéndose así en el primer corresponsal del diario el  Nacional en el oriente del país.

Los Desiertos del Ángel es una de las obras de Armas, la cual se encuentra resguardada en la Biblioteca Nacional de Venezuela, esta pieza  fue publicada en el año 1990, en este libro se puede disfrutar una serie de cuentos que a medida que el lector va leyendo se da cuenta como el autor describe de una forma detallada y al mismo tiempo resaltante cada escena y personaje, expresando en sí la imaginación y el impresionismo en sus textos.

Armas, también se caracteriza por colocarle a los personajes de sus obras nombres muy pintorescos que se utilizan en las zonas de los pueblos de Venezuela, de esta manera resaltaba la venezolanidad; el libro  presenta breves cuentos, sus personajes son viejos, enanos, malhechores, niños, difuntos y prostitutas. Por ejemplo el siguiente es el cuento 1X4 del libro, donde se aprecian los nombres y esa particular manera de hacer reír al lector mientras va conociendo sus escritos.

 Las Mujeres  del negocio del detal de licores N847 de Juanitiquita eran seis con ella cuando había bastantes clientes. Maizancochado, María La Bella, Meche, Cruzay La Medieorej. Nunaca Juaniquita contaba a la enana del pecho grande (Armas 1990).

En otro de los cuentos de este libro, en este caso en el 1X8,  también se observa como Armas, involucra a las manifestaciones venezolanas al mencionarlas, por lo que se puede decir que manifiesta su pasión o amor por dar a conocer las festividades del país y los pueblos donde se celebran, como también valora el trabajo de la siembra en el campo y de aquellos hombres que con esfuerzo las cultivan.

“Desde la colina más alta de su conuco próximo a la Cruz de Píritu, donde él colocaba de cabeza a San Antonio  para obligarlo a que devolviera  el agua a los cielos de Unare, Maximo Cumache” (Armas 1990).

En el cuento 1X7 del libro, el escritor habla sobre un ángel y las necesidades que este pasa al no poder volar, por lo tanto el lector puede interpretar que las personas pasan por dificultades y los ángeles por ser ángeles no están exonerados ni escapan de los problemas .

“El arrullo de las palomas ni siquiera cesó cuando empezó la lluvia y uno y otro escándalo la mortificaron, además. Y por último, las plumas se adhirieron una con otra y todavía a las seis  de la tarde no podía poner en orden  sus ideas. Ser ángel no es tan fácil como se imaginaba” (Armas 1990).

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Los Cielos de la Muerte publicada en el año 1970; El Osario de Dios, del año  1969 y Cada Espina de 1989, son otras de las obras de este venezolano, las cuales encuentran a disposición de los usuarios en la Biblioteca Nacional de Venezuela.

Armas recibe en 1969 el premio Nacional de Literatura gracias a su obra El Osario de Dios. Además, fue el fundador de la revista literaria Jaguey, organizó la primera seccional de la Asociación Venezolana de Periodistas de Anzoátegui, también creó la Dirección de Cultura de la Universidad de Oriente, donde logró organizar una imprenta universitaria, y beneficios como un periódico universitario, grupos de danza y música popular, esto sin dejar de mencionar la labor periodística que estuvo en diferentes empresas publicas en el país.

Alfredo Armas, vivió su infancia en Puerto Píritu, estudió periodismo en la Universidad Central de Venezuela, fallece en Caracas el 09 de noviembre de 1990,  se dice que es uno de los precursores del realismo mágico.

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