Luis Pastori, el intemporal de la Victoria

23 agosto, 2017

003005

La obra del poeta aragueño sigue siendo una elegía sin fin

Texto:Renny Marrero/ Foto: Adianez Gutierrez/ Prensa IABNSB

»Marchándose sin prisa como vino y agitado en su copa por el viento, mi corazón es un arroyo lento en cuya orilla siempre crece un pino».

Tal día como hoy 25 de agosto pero de 1921, es decir hace 96 años, nace en La Victoria estado Aragua Luis Pastori, un polifacético personaje que supo ser periodista, político y economista, pero principalmente poeta cuya vocación literaria se manifestó desde su más temprana infancia y comenzaría a expresarse desde su época de bachillerato en su ciudad natal en la que incursionó en el teatro llevando a las tablas las piezas que escribía y dirigía a través de la compañía »Espaguetti» que fundara con la intención de explorar y dar a conocer un talento innato que siempre buscó expresar.

Según el Diccionario de la Lengua Española el adjetivo intemporal es aplicable a »Aquello que es independiente del paso, tiempo o de los límites temporales» así definía el poeta aragueño Luis Pastori la inquietud que le llevó a escribir sus primeros versos a los 14 años de edad, esta pasión le acompañaría de por vida y le sobreviviría a través de un nutrido legado poético que le colocaría entre nuestros más destacados bardos criollos, conozcamos un poco del hombre que vivió con un arroyo en el corazón.

005

Perfiles del hombre de humo

Su vida profesional fue rica en experiencias en diversos campos, egresó aún muy joven de la Facultad de Ciencias Económicas de la universidad Central de Venezuela UCV, fue profesor de ciencias económicas en La Victoria, escribió durante mucho tiempo en la revista de Economía Latinoamericana y ocupó importantes cargos en la administración pública destacándose como Vicepresidente del Banco Central de Venezuela BCV, llegó a ser presidente del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos CELARG, dirigió la Asociación de escritores de Venezuela y fue Ministro de Cultura durante el mandato presidencial de Luis Herrera Campins.

Cabe destacar que de la pluma de Pastori surgieron los versos que componen el himno de la UCV principal casa de las letras del país, el mismo contó con arreglos del también escritor Tomás Alfaro Calatrava y la música de Evencio Castellanos »Campesino que estás en la tierra, marinero que estás en el mar, miliciano que vas a la guerra con un canto infinito de paz; nuestro mundo de azules boinas os invita su voz a escuchar. Empujad hacia el alma la vida en mensaje de marcha triunfal» reza el coro de La Casa que vence las sombras. Pastori murió a los 92 años de edad en Caracas el 16 de septiembre de 2013.

002(3)004(1)

Su obra, un tallo sin muerte

Fue el carácter poético de este aragueño el que inmortalizó su nombre en la historia de las letras de nuestro país, su poética fue prolífica al abordar por igual temas como el amor a la mujer, la soledad, la muerte y el arraigo al sentir de la venezolaneidad, como hemos señalado se dedicó a escribir desde la adolescencia, el primer medio en que publicó sus versos fue en Brotes un diario de circulación local en que reflejó sus inquietudes artísticas.

Con el paso de los años y al ir madurando su estilo literario fue publicando gradualmente una serie 20 de poemarios: Poemas en italiano (Traducciones, 1941), Quince poemas para una mujer que tiene quince nombres (1942), Las canciones de Beatriz (1947), estos tres primeros fueron eco de sus reminiscencias de estudiante y de joven enamorado, le seguirían País del humo (1948), Herreros de mi sangre (1950), Tallo sin muerte (1950), Toros santos y flores (1950) y Aire de soledad (1959), en los que el hombre preocupado por su contexto social va desplazando al jovenzuelo inexperto en estas materias.

A esa segunda etapa creativa le seguirían: Elegía sin fin (1962), Hasta la fecha (1964), Trompos y testimonios (1964), Definitivamente enamorado (1965), Caracas y la poesía (Antología, 1966) títulos en que se recrean paisajes de un alma que como las olas del mar se balancea entre el ímpetu por alcanzar el futuro y la nostalgia por el pasado.

Tiempo de glosa (1967), Trofeos de caza (1969), Hasta aquí me trajo el río (1977), Sonetos intemporales (1977), Sinrazones (1983), Sermones Laicos (1990),Siempre crece un pino (sonetos) se muestran como la cumbre de su sentir poético, aunque el mismo Pastori afirmaría que se consideraba un alma en constante evolución y que como todo poeta nunca sentiría haber encontrado »El poema definitivo» este compendio de 20 poemarios ha sido traducido al árabe, chino, francés, inglés, italiano y portugués, entre otros idiomas que permitieron internacionalizar su obra haciéndole ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía León de Greiff en 1984.

La poesía de Pastori tuvo la risa por compañera, incursionó en la sátira al dirigiendo, El Preparado y escribiendo para El Morrocoy Azul, ambas fueron publicaciones humorísticas en que la crítica política y social era el plato fuerte, recibió el premio municipal de poesía en 1950 y a partir de esa década realizó múltiples compilaciones de otros poetas criollos entre ellos los discursos de Andrés Eloy Blanco en el Congreso Nacional.

Luis Pastori fue nombrado Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua en reconocimiento a su basta experiencia y aporte cultural al país, en 1993 recibió el Premio Nacional de Literatura , aquel 16 de septiembre de 2013 en que se despidió del mundo físico no hizo sino cumplir la profecía poética que nos legara en los sonetos de Siempre crece un pino pues su legado le mantendrá siempre presente, la invitación es a encontrarnos con sus raíces en nuestra colección bibliográfica general en la podrán encontrar sus poemas.

CompartirShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterEmail this to someonePrint this page