José Ramón Heredia: “entre Dios y yo nos hemos repartido el mundo”

10 noviembre, 2017

Hombre que resaltó a través de su pluma su gran humildad y preocupación por la humanidad, capaz de hacer de los objetos poesía  

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 Tania Oropeza/ Foto: Adianez Gutiérrez / Prensa: IABNySB

Un 10 de noviembre, pero de 1900 nació el poeta y ensayista venezolano José Ramón Heredia, en el estado Trujillo, perteneció a la Generación del 28 y al grupo literario Viernes, los críticos literarios lo consideran como uno de los grandes renovadores de la lírica venezolana de la primera mitad del siglo XX. 

De este escritor se puede resaltar que era muy apasionado por la poesía, en sus escritos se evidencian sus mensajes de ternura y humanidad, los especialistas en literatura dicen que su humildad y preocupación por las personas fue muy profunda, esta se puede evidenciar a través de su pluma, además fue un hombre capaz de encontrar poesía en cualquier objeto.

A lo largo de su vida, José Ramón Heredia publicó una magnifica gama de libros, mucho de ellos se encuentran resguardados en la Biblioteca Nacional de Venezuela, entre ellos esta Antología poética, publicada en el año 1973 por Monte Ávila Editores, pieza que lo hizo merecedor en 1974 del Premio Nacional de Literatura.

En este libro el autor recoge tres de sus piezas más importantes que son Música de Silencios, Mensaje en Siete Cantos y La noche y Siempre  Noche, en el que se puede apreciar páginas de poemas dedicados a sus hijos fechados en 1935.

A mi hijo recién nacido es uno de esos poemas, “Hijo mío pequeñito, aun sin nombre para hacerte música dentro de mi corazón. Hijo mío recién nacido, bello y sonrosado como el alba en una isla verde erguida de palmeras y estremecida de musicales pájaros”.

También se puede leer poema de Siete Cantos, estos dedicados a la guerra y la paz desde América, algunos muestran fecha de 1960 en el Salvador, otros del 10 de noviembre en la Asunción, Paraguay, aquí Heredia escribe una dedicatoria a sus lectores.

 “todos los que cayeron en esta guerra; a sus inválidos físicos y mentales; a los que en ella perdieron, en otros, parte de su sangre, su  amor o cariño; a los que sin morir siguen viviendo su sombra y su tragedia; a cuantos por su causa pasaron hambre y sed…”.

Afirmación, es otro de los poemas que podemos encontrar, aquí podemos darnos cuenta como el autor saca de un objeto poesía, quizás fue testigo de una escena  cotidiana que la  convirtió en poema, “¿y esa luz que brilla  allá lejos, no es una estrella? yo la veo clara, límpida, alta, contra el cielo plúmbeo, precisa. La gente dice que es una bombilla, y el guardaluz me lo asegura. Pero yo digo qué saben las gentes y el guardaluz. Es una estrella firme, total”.

Este venezolano también recibió el Premio Municipal de Poesía en 1950 esta vez por su libro Maravillado Cosmos, en la colección de Libros y Folletos de la Biblioteca Nacional reposa un ejemplar  de este libro reimpreso en 1990, en este volumen se recoge lo más destacado de la poesía de Heredia, “largos hexámetros que expresan más bien un aliento de recatada intimidad: un mensaje de ternura y piedad humana” así aparece en el libro en una cita del escritor e historiador  Mario Picón Salas.

 “Más acá  de los vidrios rotos de la tarde, más acá del límite de tu perfume y tu mirada. Aquí un grillo toma el tamaño de la noche y podría una flauta hacer estallar  los cristales del cielo”, poema titulado Tu encuentro en la muerte de los colores que reposa en Maravillado Cosmos.

Los espejos de más allá publicado en el año 1938 y Gong en el tiempo del año 1941 son otros libros de este venezolano; Heredia llegó a ocupar varios cargos diplomáticos y viajó por muchos países de América y Europa.

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