El criollismo de Luis Manuel Urbaneja Achelpohl

24 febrero, 2021

Sus obras están enmarcadas por una narrativa nacionalista, llena de giros rústicos del habla campesina y personajes apegados a sus raíces

Texto: Sathya Arteaga Ramírez / Imágenes: Archivo IABNSB

El Criollismo es un movimiento literario que surge en la última década del siglo XIX, a través de un grupo de escritores que centran su interés en una narrativa nacionalista que reflejara la vida criolla del hombre, su lenguaje y su problemática social. Esta corriente literaria, al igual que el modernismo, se desarrolla en Venezuela en torno a dos importantes revistas: El Cojo Ilustrado y Cosmópolis.

Fue en esta última publicación donde se usó por primera vez la palabra “criollismo”, acuñada por Luis Manuel Urbaneja Achelpohl, que nació el 25 de febrero de 1873 en Caracas. Escritor y periodista, es considerado el precursor del cuento moderno venezolano. Perteneció a la generación del 98, integrada por ensayistas, poetas y escritores nacidos entre 1864 y 1876.

Hijo de padre venezolano y madre alemana, durante su infancia cursó estudios en el colegio Santa María y, años más tarde, ingresó a la Universidad Central de Venezuela para estudiar Derecho, carrera que no concluyó. Junto a Pedro Emilio Coll y Pedro César Dominici, fundan la revista Cosmópolis, que comenzó a circular el 1 de mayo de 1894.

Luego de dos años, recibió el premio del concurso de cuento de El Cojo Ilustrado, por su relato Flor de Selva. A partir de este reconocimiento, se convierte en un aplicado colaborador de esta revista, donde publicó diversos cuentos.

Además de su carrera literaria, participó en la política venezolana. Durante el gobierno de Cipriano Castro, ejerció el cargo de fiscal de instrucción pública en Valencia, entre 1900 y 1905. En Caracas, trabajó en la Secretaría de la Corte Federal y de Casación, desde 1905 hasta 1910.

Igualmente fue director, junto a Alejandro Fernández García, de la revista Alma Venezolana entre 1910 y 1911.

En el mandato de Juan Vicente Gómez estuvo al margen de la política. Tras fallecer Gómez, fue nombrado director de la Escuela de Arte Escénico y de la Biblioteca Nacional, en 1936.

Su carrera literaria

Luis Manuel Urbaneja Achelpohl emplea en sus obras un lenguaje popular, lleno de giros rústicos del habla campesina. Sus personajes se caracterizan por ser apegados a sus raíces con imágenes típicas de los llanos venezolanos.

En Buenos Aires, Argentina, ganó en 1916 el Concurso de Novelas Americanas con su obra En este País, en donde un simple campesino llamado Pablo Guarimba, en medio de una guerra, alcanza posiciones que le permiten casarse con la hija del dueño de la hacienda donde él antes era un humilde peón. Urbaneja Achelpohl se convierte en el primer escritor venezolano en recibir este premio internacional.

En 1922 se publica Ovejón, considerada su máxima creación como cuentista, en la Novela Semanal. En 1895 divulga en la revista Cosmópolis, dos artículos que tituló Sobre Literatura Nacional y Más sobre Literatura Nacional, dos verdaderos manifiestos del criollismo, donde invita a los escritores a que se inspiren en su propia tierra, poniendo en primer lugar nuestras costumbres, usos, modos de pensar y sentir.

La mayor parte de su vida transcurrió en el campo ya que, al interrumpir sus estudios universitarios, compró un hato y allí se retiró de la vida urbana caraqueña. Luego de En este país, publica dos nuevas novelas: El Tuerto Miguel, en 1927, y La Casa de las Cuatro Pencas, en 1937. Ambas dentro del marco del criollismo.

Luis Manuel Urbaneja Achelpohl falleció en Caracas 1937. Tras su muerte, su viuda, Lola Pelayo, en 1945 recoge todos sus cuentos y artículos en dos volúmenes con el nombre de El Criollismo en Venezuela en Cuentos y Prédicas.

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