Ser parte de la historia
14 julio, 2016
14 Julio 2016
Texto: Jufany Toledo / Fotos: Archivo de Prensa del IABNySB
La Biblioteca Nacional es una de las Instituciones más antiguas de la historia republicana de Venezuela. 183 años han transcurrido desde que se firmó el Decreto de su creación, el 13 de julio de 1833, durante la presidencia del general José Antonio Páez; sin embargo, los primeros antecedentes se remontan a 1811, cuando uno de los más civilistas próceres de nuestra Independencia, el guariqueño Juan Germán Roscio Nieves, suscribe una hoja suelta que propone la creación de una biblioteca pública para Caracas, afirmando que “todos deben instruirse para servir a la patria con la utilidad que desean y ella merece”.
Las ideas de Roscio sobre la ilustración de todas y todos los ciudadanos, de la educación gratuita y sin discriminación alguna, quedaron plasmadas en su proyecto de reglamento para la biblioteca, que elabora en su condición de miembro de la Junta Suprema y Secretario de Estado; esas ideas han permanecido en el tiempo, y se evidencian en el servicio que a lo largo de su historia ha prestado la Biblioteca Nacional, con el concurso de sus trabajadoras y trabajadores.
Huelga decir que todos y cada uno de las y los trabajadores bibliotecarios son parte de su historia, la han construido, la han registrado, la han escrito. Ellos la han preservado con celo, y gran sentido de pertenencia. Son parte esencial de la Biblioteca Nacional y de toda su Red de Bibliotecas Públicas; y hasta parece que cada colección, cada servicio que se presta, tiene nombre y apellido.
En la Biblioteca Nacional conviven profesionales de las más diversas ramas del conocimiento, algunos hasta con dos y tres postgrados de una especificidad abrumadora, junto a otros compañeros que, sin ostentar un título académico poseen un vasto conocimiento de la colección que manejan, se han convertido en verdaderos especialistas en el manejo de la información, co-autores anónimos de infinidad de investigaciones y producciones que otros publican, a partir de los conocimientos que obtienen en los distintos servicios bibliotecarios con la ayuda de sus referencistas.
Ser parte de esta historia es motivo de orgullo. La historia de la Biblioteca Nacional es una historia noble de servicio a la patria. Las y los trabajadores bibliotecarios han sido los responsables de conformar y custodiar el acervo documental bibliográfico y no bibliográfico de Venezuela y también de otros países del mundo. Lo han organizado, restaurado, clasificado, catalogado. Lo han puesto al servicio del país, a fin de democratizar la información y seguir el camino que nos trazara Roscio.
Este acervo documental ahora lo están digitalizando como una medida de preservación, para que las futuras generaciones puedan también disfrutarlo y entender de dónde venimos y hacía dónde vamos. Los trabajadores de la Biblioteca Nacional son la parte más importante y medular de esta historia.