Juan Sánchez Peláez : Una rosa de agua pura en la tiniebla

25 septiembre, 2017

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Su poesía delata la angustia, clandestinidad y desamparo del hombre en el mundo

Texto:Renny Marrero/Foto:/ Prensa IABNSB/ 25/09/2017

Hace 95 años, tal día como hoy, 25 de septiembre pero de 1922 nació en Altagracia de Orituco Juan Sánchez Peláez, uno de los máximos exponentes de la poesía venezolana, vino al mundo en el seno de una familia tachirense mudadas a esas latitudes, Peláez viajó mucho residenciándose en Chile ( década de los 40) donde se relacionó con el grupo de poetas surrealistas La mandrágora y en París durante largas temporadas, durante dichas estadías fuera del suelo patrio colaboró activamente con distintas publicaciones entre ellas la columna Papel Literario del diario El Nacional (Venezuela), Señal (París) Zona Franca (Colombia) entre otras en las que realizó críticas literarias y aportes poéticos.

En 1970 regresa a Venezuela radicándose en la urbanización Altamira de Caracas, donde recibió a varias generaciones de poetas venezolanos y latinoamericanos que vieron en el a un maestro. Ejerció la docencia durante largo tiempo en varias regiones del país, especialmente en Maracaibo, Cumaná, Barquisimeto y Maturín,“No devorarás más tiza”, dice en un poema Rasgos comunes al rememorar el momento en que abandona las aulas para entregarse al oficio puro de la musa, cabe destacar que también fue agregado cultural de Venezuela en Colombia.

Sobre Peláez el escritor Juan Liscano señalaría: »con su escritura abierta y su actitud existencial señaló un camino nuevo en nuestra poesía» y ciertamente Peláez influyó en la poética venezolana con su estilo cadencioso y de sugerentes imágenes.

Otro grande de las letras criollas Ludovico Silva le dedicó un ensayo intitulado »Juan Sánchez Peláez, Lo real e ilusorio» en el mismo leemos: »Su rebelión existencial es una actitud lúcida, una expectación lírica, un ceremonial de silenciosa introspección. Acepta el mundo aunque no lo comprende y su lenguaje flexible, capaz de expresar matices de una sensibilidad visionaria y profundamente artística, constituyó una renovación introduciendo en nuestra lírica la conciencia de la clandestinidad del hombre en el mundo y su certidumbre angustiosa de haber sido arrojado al tiempo como un extranjero, sin su consentimiento».

 

 

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Sombríos pétalos

El misticismo y el erotismo fueron aspectos fundamentales de la poética de este guariqueño, ejemplo de ello su poema Lo huidizo y permanente( 1969): »Al amanecer. Por ti mi ausente, la crisálida en forma de rosa, una rosa de agua pura es la tiniebla». Su rica obra poética lo llevaría a obtener el Premio Nacional de Literatura en el año 1975 está conformada por los siguientes títulos :

  • Elena y los elementos, Caracas, (Tipografía Garrido, 1951).
  • Animal de costumbre, (Editorial Suma, 1959).
  • Filiación oscura, ( Editorial Arte, 1966).
  • Lo huidizo y lo permanente, (1969)
  • Un día sea, (Monte Ávila Editores, 1969).
  • Rasgos comunes, (Monte Ávila Editores,1975).
  • Por cuál causa o nostalgia, (Editorial Fundarte, 1981).
  • Aire sobre el aire, (Tierra de Gracia Editores, 1989).
  • Aire sobre el aire, (Carmona, España, col. Palimpsesto, 1993).
  • Obra poética, ( Edición póstuma a cargo de su viuda Malena Coelho. Barcelona, Editorial Lumen, 2004).
  • Air On The Air (Traducción al español de Guillermo Parra,Black Square Editions 2016)

Sus versos se presentan como un batallar, un encuentro y desencuentro de pasión y furia, el amor pasional otro tópico tocado con brusquedad y delicia por su pluma halla su más alta expresión en piezas como Sólo al fondo del furor incluido en su primer libro Elena y los elementos (1951) dedicado a Helen Lapidus, su primera esposa y madre de sus dos únicas hijas, Raquel y Celia. Catalogado por muchos como uno de sus mejores poemas la composición delata el profundo sentir de un juglar que se declara burlado y sollozante :

Sólo al fondo del furor…

Sólo al fondo del furor. A Ella, que burla mi carne, que
….desvela mi hueso, que solloza en mi sombra.

A Ella, mi fuerza y mi forma, ante el paisaje.

Tú que no me conoces, apórtame el olvido.
Tú que resistes,resplandor de un grito,

piernas en éxtasis, yo te destruyo,
….sangre amiga, enemiga mía, cruel lascivia.

Nuestras voces de bestias infieles trepando en una
habitación suntuosa sin puertas ni llaves.
Cuando me desgarra un soplo náutico de abejas, yo pierdo
tus óleos, tus imanes, una calesa de esteras en el vergel.

Mi Primera comunión es el hambre, las batallas.
¿Rueda mi frente en un aro,
….saltan mis ojos sobre la nieve pacífica?
¿Florecen campanas melodiosas en un abismo de miedo?

Después, sin designio, el rocío extiende por el mundo su
gran nostalgia de húmedos halcones.

De Peláez no se sale ileso, sus composiciones desbordan de reminiscencias, hablan de perdidas, ausencias y melancolía, la intimidad velada por lo sugerente refiere a encuentros pasionales e instintos y deseos insatisfechos, »Es inútil la queja, debo servirme de mí como si tuviera revelaciones que comunicar» señala en su rima XIX dedicada a su aya y recogida en la 1era edición de Antología Poética de la Biblioteca de Autores Venezolanos de Monte Ávila Editores Latinoamericana (2004).

Quizás esa sed de expresar, de comunicar constantes revelaciones le llevaron a dedicar buena parte de su musa al paisaje, con frecuencia describe arroyos, manantiales que fluyen como vidas y en los que el bardo se sumerge y fusiona : »Yo no soy hombre ni mujer, yo sólo tengo resplandor propio cuando no pierdo el curso del río » sentenciaba desafiando los elementos en Aire sobre Aire (1989), este poemario en particular desborda naturalismo y señala el arraigo del autor a el terruño y su significancia interior: »Por los ritmos primordiales de nuestra tierra que es dura y suave por los cinco sentidos y nuestro abismo ».

Otro aspecto interesante de la obra de este poeta lo plantea el crítico Jacobo Sefamí en su blog Letras Libres en el que señala la estética visual que Peláez dio a los versos sobre el papel, hay diferentes modulaciones de la voz y modos de expresión: el verso largo inicial, los poemas breves con imágenes cargadas de silencio (señalado en ocasiones a través de espacios entre las líneas), los poemas en prosa, los versos entrecortados que se desplazan en la página (al estilo del Octavio Paz) hacia un lado y hacia el otro son características que Sefamí no dudad en catalogar como un plus estético y enriquecedor presente en los libros editados en vida del poeta que entre otros reconocimientos fue merecedor del doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de los Andes (Mérida, Venezuela) en 2001 enalteciendo el valor de su destacad trayectoria literaria.

Juan Sánchez Peláez murió el 20 de noviembre de 2003, la obra poética de este amante de las formas líricas comprende un total de 10 librNo guardaron silencio: la justificaron unánimemente. Hay que leer las vomitivas editoriales de El Tiempo, El Espectador, El siglo de Colombia, elogiando a los militares venezolanos y al vampiro Ledezma.os y nueve poemas inéditos que siguen ganando adeptos a la causa del sentir profundo, ese que flota a ras de tranquilas aguas como una rosa en penumbras y cuya oscura filiación te invitamos a conocer en nuestra colección bibliográfica general.

Escucha aquí a Juan Sánchez Peláez recitando su poema »Animal de costumbre»

https://www.youtube.com/watch?v=lU1mHGs8CUQ

Animal de costumbre

Mi animal de costumbre me observa y me vigila.

Mueve su larga cola.

Viene hasta mí a una hora imprecisa.

Me devora todos los días, a cada segundo.

Cuando voy a la oficina, me pregunta:


“¿Por qué trabajas

Justamente

Aquí?”


Y yo le respondo, muy bajo, casi al oído:

Por nada, por nada.

Y como soy supersticioso, toco madera

de repente,para que desaparezca…

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