Tensa y sombría : Así es la poesía constante de Rodolfo Moleiro

4 septiembre, 2017

El polifacético bardo guariqueño nos legó visiones y memorias en su obra

Texto:Renny Marrero/Foto:Ronald Montaño/ Prensa IABNSB 04/09/2017

El estado Guárico ha sido una tierra proclive al brote de grandes literatos, desde Juan Germán Roscio primer Canciller de la República y padre de la Biblioteca Nacional de Venezuela, pasando por una pléyade de poetas, dramaturgos, ensayistas y novelistas que han dejado en alto el nombre de esa entidad llanera a escala nacional e internacional, uno de esos notables nombres es el de Rodolfo Moleiro poeta nacido el 04 de septiembre de 1898 en Zaraza, capital del municipio Pedro Zaraza ubicada al oriente de la región.

Rodolfo Moleiro fue hijo del matrimonio conformado por el general Rodolfo Moleiro y Petra Sánchez quienes también traerían a la vida a Moisés Moleiro (destacado compositor), estos hermanos llenarían de orgullo a la familia destacando en el mundo de la poesía y la música respectivamente.

Este trovador guariqueño murió en Caracas el 04 de marzo de 1970, su nombre y recuerdo permanece incólume en la biblioteca pública Elsa Sánchez Risso, en su natal Zaraza donde se resguarda con celo y respeto. Su poética considerada con toda razón como representativa del talento regional y nacional.

Al cumplirse hoy 119 años del natalicio de Rodolfo Moleiro el Instituto Autonomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas IABNSB se honra en invitar a sus usuarios a conocer la obra de este bardo guariqueño, conozcamos también un poco de su vida…

Polifacético

En Moleiro se mezclaron vertientes vocacionales que parecieran contrastarse, su vida se meció entre las aguas del estudio, la prosa y la política, así llegó a convertirse paulatinamente en poeta, abogado, y político, siendo esa primera condición la de »Enamorado de la musa» la que no lo abandonaría nunca, convirtiéndose en esencia y naturaleza de un hombre altamente sensible.

Cursó los estudios primarios y secundarios en el colegio San Gabriel, de su pueblo natal y el bachillerato en el liceo San José de Los Teques, en 1914 se traslada a Caracas e ingresa a la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela UCV y en en esa época se inicia en la que sería su fructífera carrera literaria colaborando con varios medios impresos entre ellos El Universal, El Nuevo Diario y la Revista Cultural de Venezuela, en la que fueron apareciendo sus versos, este recorrido le llevó a formar parte de la llamada «Generación de 1918» grupo poético en el que participaron otros grandes como Andrés Eloy Blanco, Enrique Planchart, Jacinto Fombona, Fernando Paz Castillo y Luis Barrios Cruz entre otros.

Para 1925 alcanzaba el titulo de Doctor en Ciencias Políticas, tras presentar una tesis titulada «Apropiación indebida en el Código Penal» regresa a su amado terruño ostentando el cargo de Consultor jurídico del ministerio del Trabajo y para 1937 es electo senador por el estado Guárico, más tarde en 1942 ejerce como Cónsul de Venezuela en Estados Unidos.

El 28 de mayo de 1968 fue recibido como Individuo de número de la Academia Venezolana de la Lengua, a través de dicha institución promovió un proyecto de ley de defensa del idioma, para evitar que las palabras extranjeras penetraran en el idioma castellano, esto evidencia la importancia que dio a nuestra idiosincrasia e identidad nacional.

Su obra

El legado de este trovador está comprendido por varias antologías y poemarios sueltos que conforman la suma de su espíritu creativo, cuya importancia y valía fue reconocida por la Asociación de Escritores de Venezuela en 1951 al publicar una colección de sus versos titulada Reiteraciones del bosque, lo propio haría el Ministerio de Educación en 1955 al editar una segunda recopilación titulada Poemas; y Nuevos Poemas esta le hace ganador del premio municipal de Poesía del año 1956, en ese mismo año publica El espejo y la nube. Para la década de los 60 aparecen las recopilaciones Poesía (1961), Últimos poemas(1964) y Tenso en la sombra(1968) que completan la totalidad de su obra.

Como buen guariqueño, Moleiro no podía dejar de inspirarse en la majestuosidad del paisaje sabanero de su tierra, en El espejo y la nube 81956) escribió:

Llanura

Senda de arduo brillo

donde abren mis ansias.

Condúceme a mi tiempo

por ese claro abismo

de parajes extremos.

Sobre lo más agreste,

junto al árbol de humo

dame falaz albergue.

Sobre el compendio de odas, sonetos y cantares escapados de la pluma de Moleiro, el también poeta y crítico Evencio Castellanos manifestó : «…No tiene nada ornamental, sólo la interna armonía adscribe a la textura del poema su esencia, se despoja de las palabras falsas, utiliza la imagen, metáfora, el símbolo para hallar la ecuación de la fórmula nueva…» Otros destacan la limpieza de sus composiciones, la sencillez de su verbo no limita la profundidad de su mensaje, el paisaje interno del alma, el amor a las formas espirituales y la soledad fueron temas constantes en este autor, así lo evidencian estos versos de Tenso en la sombra:

Era así

Vivía sus memorias,

sus visiones creaba noche y día

Al espiar la luz quería rasgar la sombra.

Iban sus ansias de la nostalgia al ardimiento.

El mundo brusco y tierno pasó por su sentir.

Al sosiego en la nada,

prefirió la zozobra.

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