Guillermo Meneses le dio un giro a la narrativa venezolana

15 diciembre, 2017

Juan de Caracas y José de las Gradillas, fueron dos seudónimos utilizados por este escritor, quien precedió a Enrique Bernardo Núñez como Cronista de Caracas

Texto: Jufany Toledo / Fotos: Ronald Montaño

Guillermo Meneses, quien desde muy temprana edad se inició en el mundo de las letras, en la actualidad es considerado como una de las figuras más representativas de la narrativa venezolana, debido al giro que, el lenguaje y el estilo utilizado en sus cuentos, le dieron a la literatura de su época; pero como suele suceder, ese reconocimiento llegó post mortem.

Sus inicios como escritor se remontan a colaboraciones que realizaba para la Revista Elite, cuando apenas contaba con 20 años, de la que luego pasó a ser columnista, jefe de redacción y director. Su primer cuento “La balandra Isabel llegó esta tarde”, fue publicado por la Asociación de Escritores de Venezuela en 1934; y es a partir de la década de los 40 del pasado Siglo XX, cuando se da a conocer como periodista cultural y su prosa comienza a recibir bendiciones.

Guillermo Meneses Amitesarove, nace en Caracas el 15 de diciembre de 1911 y falleció en Porlamar, estado Nueva Esparta, el 29 de diciembre de 1978. Escritor, periodista y diplomático, en 1935 se graduó de doctor en Ciencias Políticas en la Universidad Central de Venezuela, UCV, con lo cual desempeñó diversos cargos en la administración pública, como juez de primera instancia en lo penal del estado Anzoátegui; procurador general del estado Miranda; fiscal del Ministerio Público; relator de la extinta Corte Suprema de Justicia en el estado Guárico; y representó a Venezuela en funciones diplomáticas en París y Bruselas.

Actividades públicas que alternó o compartió con su oficio de escritor y periodista cultural; ya que desde que descubrió el mundo de las letras, en 1930, nunca más salió de él. En ese año, Meneses inició sus actividades en la Revista Elite, en la cual recibió muchas gratificaciones, llegando a ser calificado como miembro de la generación “Elite”, por pertenecer a dicha publicación, en la cual convergían las élites políticas, económicas, sociales e intelectuales, no sólo del país sino más allá de nuestras fronteras.

En el número 261 (13 de septiembre de 1930) de esta revista semanal, bajo la dirección literaria de Carlos Eduardo Frías, Meneses publicó su primer cuento: “Juan del cine. Síntesis de una biografía”. Este cuento, inspirado en técnicas cinematográficas, con sombras, reflejos y cortes bruscos, es el preludio de temas que, después de un interesante trayecto, da a luz uno de sus más reconocidos cuentos, “La mano junto al muro” publicado en 1951.

El propio Meneses calificaría años después a la Revista Elite, como un semillero de jóvenes escritores, que encontraron en ella una ventana abierta para darse a conocer y publicar sus textos, los cuales podían aparecer al lado de una nota de Arturo Uslar Pietri, una crónica de Gabriela Mistral o un artículo del crítico francés Max Daireaux sobre Ifigenia, la novela de Teresa de La Parra.

Más allá de las frivolidades, esta publicación tuvo en sus inicios una gran presencia en el acontecer literario. Diversos autores e investigadores, han coincidido en que Elite fue un punto de partida o un referente importante, en la creación de una vanguardia literaria en Venezuela. Cabe destacar, que la colección de la Revista Elite se encuentra disponible en la Hemeroteca Nacional del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas.

Como parte de sus actividades en el periodismo cultural, Guillermo Meneses fue además, columnista y colaborador de varias publicaciones como la Revista Nacional de Cultura; el Papel Literario del diario El Nacional; la Revista de América de Bogotá; en 1962, fundó la prestigiosa Revista CAL (critica, arte y literatura), la cual trascendió a su época, ya que luego se le unió el artista italiano, Nedo Mion Ferrario, “Nedo MF”, como director artístico, con lo cual esta dupla marcó un hito en el periodismo gráfico y cultural, y hasta hoy es un referente obligado para las nuevas generaciones de diseñadores.

Luego, y a partir de la enfermedad y muerte de Enrique Bernardo Núñez, Guillermo Meneses es llamado a dirigir la revista del Concejo Municipal, Crónica de Caracas, donde escribía con los seudónimos de Juan de Caracas y José de las Gradillas, convirtiéndose en el Cronista de Caracas desde 1965 hasta su propia muerte.

A lo largo de su vida, su obra literaria recibió importantes reconocimientos y galardones. Sin embargo, Meneses marcó un hito que, fue verdaderamente reconocido en las postrimerías de su vida. En el prólogo del libro Diez cuentos, editado por Monte Ávila en 1999, Javier Lasarte afirmó. “…no sólo renovó la narrativa venezolana desde el punto de vista del estilo, sino que también propuso nuevos mundos temáticos y enfoques inusuales en la literatura nativa de su tiempo”.

Su novela “Campeones” fue premiada por la revista Elite en 1938; su obra “El marido de Nieves Márquez”, ganó el premio de Teatro de Caracas en 1943; obtuvo el premio Arístides Rojas en 1953, por “El falso cuaderno de Narciso Espejo; en 1951 obtuvo el premio de cuentos de El Nacional; en 1963 recibió el Premio Municipal de Prosa, por “La Misa de Arlequín”; y en 1967 se alzó con el Premio Nacional de Literatura por el conjunto de su obra.

Guillermo Meneses fue también un gran antologista, algunos de sus títulos: Antología del cuento venezolano; Cable cifrado; La Nación; Cinco Novelas; Cuento de Venezuela; Diez Cuentos; El Duque; Hoy en casa leyendo; Libro de Caracas; El mestizo José Vargas; La mujer el As de oro y la luna; Los muros de Venezuela; Tres cuentos venezolanos y La Balandra Isabel llegó esta tarde.

Este último, que fuera uno de sus primeros cuentos, fue llevado al cine y a la televisión, y el film puede ser apreciado en el Archivo Audiovisual de Venezuela; así como también, en la Colección Bibliográfica General de la Biblioteca Nacional de Venezuela, y en la red de bibliotecas públicas, se encuentran la mayoría de sus obras, a disposición de las y los lectores de este autor, que marcó un hito en la vanguardia literaria latinoamericana.

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