La Biblioteca y su Gente: La revolución de Jesús “Chuíto” Guzmán
4 mayo, 2018
Texto: Jufany Toledo / Fotos: Adianez Gutiérrez y Jenny Perdomo
Siguiendo las huellas indelebles de Antonio Lauro, quien por breve tiempo fuese su maestro de guitarra, en la Escuela de Música de la Casa de Cultura Popular en la avenida San Martín, Jesús “Chuíto” Guzmán creó un nuevo y revolucionario método de enseñanza del Cuatro, tras descubrir “por ensayo y error” una nueva afinación, que le permite mayor versatilidad a este instrumento popular venezolano, con el cual se logran obtener los efectos de otros instrumentos de cuerda; y que hasta el presente sólo él ejecuta.
Jesús Guzmán Gil, quien desde pequeño aprendió a tocar el Cuatro de oído, tuvo la oportunidad de asistir a unas clases de guitarra con el maestro Lauro, y quedó muy impresionado con la sonoridad y la sencilla ejecución de su vals “Natalia”; y ante la frustración de no alcanzar a tocarla en guitarra, practicó durante mucho tiempo, hasta que logró tocarla en el Cuatro, a partir de una afinación diferente, dando paso a su método “El Nuevo Cuatro”; un manual en el que deja plasmado, y explica de manera sencilla, esta nueva afinación que cambia los tonos del conocido “cambur pintón” (la-re-fa-si) por los tonos de “jesús guzmán” (la-do sostenido y fa-sostenido). Son sólo tres notas, cuya facilidad de ejecución, permiten interpretar obras de mucha complejidad y de alto grado de dificultad técnica, para otros instrumentos, como por ejemplo la guitarra.
“Chuíto”, como le conocen sus compañeros y amigos del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional, se desempeña como jefe de la división de Auditoría Financiera, en la dirección de Auditoría Interna de dicha Institución, donde convive entre informes, números, y auditorías. Nada más lejano a su creación y vena artística. Oriundo de Tacarigua, estado Nueva Esparta, tiene la sencillez y humildad que caracteriza a los margariteños; tal vez por ello, a simple vista nadie podría imaginar que “Chuíto”, es un gran virtuoso y concertista de Cuatro.
El maestro Hugo Blanco, autor del prólogo de su método, afirma que se trata de “una afinación diferente y revolucionaria”, que permite ampliar las limitaciones que el cuatro había tenido hasta entonces, tanto en su registro musical como en su sonoridad, al punto de que podría considerarse como un nuevo instrumento venezolano, descendiente del cuatro. Y es que con esta nueva manera de afinarlo, se pueden obtener acordes de guitarra, arpa, tres o bandola, y al escuchar la ejecución de algunas piezas clásicas de la guitarra española, como el “Concierto de Aranjuez”, o los propios valses del maestro Lauro, se logra una extraordinaria fusión, al punto que cuesta identificar cuál es el instrumento que suena.
Contrario a lo que pudiera pensarse, el carácter de exclusividad en la ejecución del Nuevo Cuatro, se ha tornado en una gran preocupación para este creador, quien está empeñado en dar a conocer su método y sembrarlo en nuevos estudiantes de música; fue por eso que con el apoyo de su familia, editó ese manual en el que deja plasmado, y explica de manera sencilla, este nuevo método de afinación universal que cambia los tonos del conocido y tradicional, “cambur pintón”.
“Cuando yo edité este método, esperaba que tuviese un efecto multiplicador, pero el único que toca el Nuevo Cuatro hasta ahora soy yo -afirma Jesús Guzmán-, en varias oportunidades he intentado enseñar a otras personas, tanto jóvenes como adultos, pero no lo he logrado. Esa es mi aspiración principal, que pueda surgir una nueva escuela de cuatro, que las nuevas generaciones le puedan sacar un mayor provecho y ejecutar mejor nuestro instrumento, que logren entusiasmarse a partir de las bondades que ofrece mi método; pero que yo sepa, no existe otra persona que toque guiada por él, aunque yo tengo la mejor disposición para enseñarlo”, expresa Chuíto con sincera generosidad.
Esta es una nueva escuela, que dentro de un diseño curricular podría resultar en una salida intermedia del cuatro, que se complementa con la afinación tradicional y viceversa. Es como si fuera el mismo hardware pero con otro software, explica el licenciado Guzmán, a quien se le puede considerar un heredero de Antonio Lauro; y aunque no toca la guitarra, interpreta con gran destreza sus valses en el cuatro, como un homenaje a ese maestro que dejó una una importante huella en él, y a quien le dedicó su tercer CD.
Jesús Guzmán Gil, se encuentra ahora en lo que podría denominarse una etapa de madurez musical. No para de crear y producir. En la actualidad, a “Chuíto” Guzmán se le puede considerar como un músico completo y talentoso, que no sólo es el creador de un nuevo método para tocar el cuatro, también ha creado una nueva afinación para la mandolina, compone y escribe sus propias canciones, enmarcadas en un estilo de música clásica popular, tales como danzas, gaitas, merengues, valses, guasas, joropos y golpes; pero además ejecuta piezas del repertorio internacional como tangos o clásicos españoles, así como también, las piezas de su gran inspirador, Antonio Lauro.