Sala Mamá Rosa: 4 años dibujando sonrisas en grandes y chicos

26 julio, 2019

                 
‘‘Más que un espacio para leer, jugar y soñar, es un portal a mundos mágicos’’

Texto:Renny Marrero y Jufany Toledo / Fotos: Oficina de Comunicaciones

Si existen lugares en los que la magia es posible, sin duda alguna, la sala de lectura infantil y juvenil de la Biblioteca Nacional, “Mamá Rosa”, es uno de ellos, está ubicada en la terraza del Foro Libertador, y se parece mucho a la casita de una abuela consentidora, es que allí, no importa la edad que tengamos, todos volvemos a ser niños…

Ciertamente, esta querida sala abrió sus puertas para celebrar su cuarto cumpleaños, compartir lecturas, entregar obsequios y picar la torta junto a las abuelas y niños, que entre sueños, cuentos y palabras celebraron este aniversario, con la lectura de los textos imprescindibles de las bibliotecas públicas en el 2018, y que generosamente el Banco del Libro, uno de sus grandes aliados, les prestó para la ocasión.

                     

Zaida Belisario, coordinadora de la sala, dio inicio a la actividad, reconociendo la labor de muchas personas, y muy especialmente de Maryuri Goicochea y Natacha Moreno, promotoras de lectura y tejedoras de sueños, quienes pusieron todo su empeño en que “Mamá Rosa” fuese una realidad.

La niña de 4 años, Zoe Camacho Bello, dio inicio a las lecturas con el libro “Duerme niño, duerme”, precedida por su orgullosa abuela, la promotora de lectura Margarita Hernández, quien deleitó a los presentes con el oportuno cuento “Lluvia de abuelas”; seguida de Génesis Vera, quien compartió “Bajo el mismo cielo”; mientras que Helen Urbina leyó “Nosotros”.

                  

El bibliotecario y promotor Raúl Bermudez, además de leer “Que tren, que tren”, promocionó sus audio libros, publicados a través de You Tube, con el nombre “Te leo y te cuento”, más de 34 producciones a las que se puede acceder con la palabra clave “lectura en voz alta”.

Para cerrar la ronda, Elena Ramírez, realizó una lectura interactiva del libro “Torta de cumpleaños” de Ivar Da Coll, con el cual todos los asistentes participaron de una experiencia placentera, que no olvidarán jamás. Después de cantar el cumpleaños y recibir los obsequios, los asistentes intervinieron en el taller “Elaboración de un visor artesanal”, a cargo de la facilitadora Teresa Gastelo, del Centro Nacional de Fotografía (CENAF).

                 

                 

Un poco de historia:

La vida de la Sala Mamá Rosa es como un cuento bien bonito, Maryuri Goicochea, directora de la Red Metropolitana de bibliotecas públicas se lo sabe de memoria, y le encanta narrarlo a quienes quieran oírlo: ‘‘Había una vez un grupo de promotoras de lectura que se reunían en la Biblioteca Pública Central Simón Rodríguez, y soñaban con tener un rinconcito donde los niños de las comunidades vecinas pudieran acercarse al libro y la lectura…’’

Ese sueño fue creciendo y haciéndose posible, primero en forma de jornadas sabatinas, hasta que una soleada tarde, específicamente el 22 de julio del año 2015, se hizo realidad: ¡Ahora las promotoras y los niños tenían un espacio donde compartir la magia de la lectura!, estaban todos muy contentos, pero entonces se dieron cuenta de que un lugar tan bonito, debía tener también un nombre muy especial…

                   

Y así, piensa que te piensa, pasaron un buen rato, hasta que Natacha Moreno empezó a bailar y cantar una extraña danza -que según ella- había aprendido hace muuuucho, mucho tiempo, cuando las gallinas tenían dientes y que decía: ¿Y qué nombre le pondremos? ¡Matarile-ri-le-ro! A sus compañeras no les quedó más que bailar y aplaudir, así pasaron un buen rato, y aunque ya ninguna recuerda a quien se le ocurrió la idea, decidieron bautizarla ‘‘Sala de lectura infantil y juvenil Mamá Rosa’’ .

Ese nombre tiene un gran significado, pues así se llamaba la abuela de un muchachito barinés, un llanerito al que muchos conocieron como ‘‘El arañero de Sabaneta’’, y que con el tiempo, gracias al amor y los cuentos de su querida abuela se convirtió en un gran hombre, amante de los libros, ¿será por eso que cuando uno entra a la sala Mamá Rosa se le llena el corazón de colores?

              

Cuatro años han transcurrido desde aquella tarde soleada, y la luz de la alegría sigue iluminando por el ventanal de esta sala de lectura, que es también ludoteca, pues en ella sus usuarios, pueden también divertirse y aprender. Libros, juguetes, artesanías, películas, de todo, pueden encontrar las niñas, niños, adolescentes y adultos que visitan este espacio, que funciona de lunes a viernes de 9:00 a.m. a 2:00 p.m.

Actualmente es atendido por dos bellas musas de la lectura y el juego, ellas son Génesis Vera y Zaida Belisario, pero debemos nombrar también a las no menos bellas y cariñosas promotoras de lectura, Helena Ramírez, Anahir Hernández, Natacha Moreno y Maryuri Goicochea, sin su constancia y dedicación no existiría Mamá Rosa.

                    

Esta sala arrancó con 1.525 libros y hoy casi triplica esa cantidad; ya que fue enriquecida con la colección de la sala infantil y juvenil de la biblioteca pública “Mariano Picón Salas”. Sus títulos están repartidos entre las colecciones preinfantil e infantil, una amplísima colección complementaria, así como una exquisita selección juvenil cargada de amor, suspenso y misterio.

Desde niños en edad preescolar que arman y desarman torres de lego, hasta liceístas que se desafían en sendas partidas de ajedrez o dama china, pasando por salones enteros de educación primaria que disfrutan de la proyección de películas los viernes, para todos hay un espacio en “Mamá Rosa”.

Tampoco faltan quienes se asoman solo por curiosidad, y terminan haciéndose visitantes habituales. En 2018 fueron atendidos 8.163 usuarios y este año la cifra va creciendo, creciendo y creciendo como una rica torta que se esponja en un horno, basta con decir que en lo que va de 2019 ya se cuentan 1250 visitantes…

De ese pocotón de gente ni uno se va insatisfecho, como lo demuestra la sonrisa que se les dibuja en el rostro, después de pasar por la Sala Mamá Rosa, que dicho sea de paso, es casi única en su estilo, pues es la octava Sala Infantil presente en una Biblioteca Nacional a nivel mundial y la tercera en Latinoamérica. ¡Todo un orgullo!

Y como Mamá Rosa es tan querida, tiene muchos amigos, que siempre están pendientes de ella y le hacen hermosos obsequios, no podemos dejar de nombrar a la Cámara Venezolana del Juguete, que en 2017 le mandó tremenda sorpresota: una buena cantidad de legos, juegos de mesa y didácticos que dieron paso a la ludoteca, que ella decidió llamar ‘‘El rincón del juego’’.

No es raro que Mamá Rosa tenga tantos amigos, esta sala ya se ha hecho tan famosa y querida, que en las últimas 4 ediciones de la Feria Internacional del Libro de Venezuela, (Filven) uno de los stand más visitados por grandes y chicos es su pabellón infantil, por eso decimos que cada vez Mamá Rosa tiene más nietos…

                      

Y no podemos pasar por alto que Mamá Rosa fue la inspiración de la serie de micros radiofónicos titulados, ‘‘Un, Dos,Tres ¡Cuéntamelo otra vez!’’ transmitidos a través de la emisora Alba Ciudad 96.3 FM como parte de ‘‘Biblioteca Viva’’, el programa oficial de la Biblioteca Nacional, donde participaron trabajadores adscritos a distintas áreas de la institución, dramatizando las voces de personajes de cuentos inolvidables que forman parte de las colecciones de la Sala Mamá Rosa.

Recientemente, esta sala estrenó el sistema de préstamo circulante para trabajadores de la Biblioteca Nacional, con la intención de que puedan llevar a casa los títulos de su interés, y aunque el objetivo inicial era beneficiar a sus hijos, son muchos los que llevan libros para su propio disfrute, y es que, esa es la magia de Mamá Rosa, hacernos sentir niños otra vez.

Por todo ello, es que damos gracias a todas y todos los que han hecho posible que exista este rincón de los sueños y decimos que la Sala Mamá Rosa, más que un espacio para leer y jugar, es un portal de mundos mágicos e insospechados, en el que nos topamos con la ternura de una abuela ¡de apenas 4 años!

CompartirShare on FacebookShare on Google+Tweet about this on TwitterEmail this to someonePrint this page