La heroica gesta de José Antonio Páez fue estudiada en Biblioteca Nacional

13 junio, 2019

 

A 200 años de Las Queseras del Medio aún suena el grito de ‘‘Vuelvan caras’’

Texto: Renny Marrero/ Foto: Nihil Novum/ Prensa IABNSB 13/06/019

 

La Sala de Usos Múltiples ubicada en la colección Libros Raros y Manuscritos fue escenario de la ponencia ‘‘José Antonio Páez: estratega de las Queseras del Medio’’, actividad en la que se estudió parte de la vida y obra de este ilustre prócer independentista y que sirvió para recordar uno de los hitos de nuestra ardua lucha por la libertad protagonizado por ‘‘El centauro de los llanos’’ y sus lanceros, hace ya dos siglos.

 

Los investigadores Andrés Eloy Burgos y Javier Escala, del Centro Nacional de Historia (CNH), fueron los encargados de ofrecer el completo retrato de los antecedentes, batallas y otros datos biográficos de gran interés sobre uno de los personajes considerados "más controversiales e incomprendidos de nuestra historia".

 

‘‘A Páez hay que reivindicarlo. Lecturas amañadas o facilistas de los hechos históricos han echado sobre él un pesado manto de traición que no le corresponde llevar, pues fue uno de los más hábiles estrategas de nuestra lucha por la independencia, reconocido así por el mismo Bolívar’’, sentenció Andrés Eloy Burgos al iniciar su presentación, en la que dibujó un complejo perfil de quien fuese no solo uno de los más "victoriosos generales del ejército libertador, sino un estratega militar adelantado a su tiempo".

De orígenes muy humildes y con un don de mando natural que lo llevó a convertirse en caudillo de los recios llaneros apureños, ‘‘El catire Páez’’, como también se le conoció, nació el 13 de junio de 1790 en Curpa, provincia de Barinas, y llegó a convertirse en general de las huestes patriotas y jefe militar del Departamento de Venezuela. Fueron muchos sus aportes a la libertad, sin embargo se le recuerda principalmente por liderar el movimiento separatista La Cosiata, el cual, en 1826, desvinculó a Venezuela de la Gran Colombia.

‘‘Tanto sus victorias militares como su decisión de liderar La Cosiata deben ser estudiadas en contexto, no se le puede juzgar fácilmente de traidor’’, señaló Burgos, tras ofrecer una lectura crítica del momento sociopolítico en el que Páez actuó.

Por su parte, Javier Escala centró su ponencia en las actuaciones militares del vencedor de las Queseras del Medio. Al respecto, Escala enumeró las que fueron algunas de las más brillantes acciones bélicas dirigidas por Páez, entre las cuales destacó la ocurrida el 2 de abril de 1819 en lo que es actualmente el estado Apure y que se ha dado a conocer como batalla de las Queseras del Medio o Combate de la Mata del Herradero.

En dicha batalla, que a primeras se presentó como un lance injusto para los patriotas, se enfrentaron dos fuerzas de choque desiguales. Por un lado, un ejército realista de 1200 hombres, comandado por el español Pablo Morillo, pertrechado con lo más novedoso en máquinaria belicista para la época; y, por el otro, Páez liderando a sus 153 llaneros que apenas si llevaban medio cuerpo vestido y cuyas armas eran solo sus lanzas.

Es el análisis concienzudo de esta batalla el que nos revela el genio de Páez, cuyas estrategias de combate se basaron en un ‘‘método de guerra de guerrillas’’. Los llaneros supieron valerse de los elementos para derrotar al invasor: conocían el terreno, tenían mayor libertad de movimiento, no les sofocaba el calor y por último evitaban el combate cuerpo a cuerpo echando a andar la estrategia conocida como ‘‘Vuelvan caras’’, consistente en fingir la huida para una vez tener al enemigo confiado lanzar un portentoso contraataque en el que hacen caer las primeras dos filas enemigas, la tercera huye en desbandada y la cuarta, temiendo la estampida de sus propios soldados, los recibe con fuego cerrado. De esa manera, 153 hombres descalzos vencieron a 1200 soldados regulares y contabilizaron solo dos bajas.

Por si fuera poco, esta batalla reviste gran importancia por ser la única de la que se tiene archivado el nombre de cada uno de sus participantes. Aquellos dos lanceros caídos fueron el cabo primero Manuel Martínez y el cabo segundo Isidoro Mujica. El propio Libertador Simón Bolívar, desde el cuartel general en los Potreritos Marreñeros, escribiría a los Bravos de Apure:

 

"¡Soldados!: Acabáis de ejecutar la proeza mas extraordinaria que puede celebrar la historia militar de las naciones. Ciento y cincuenta hombres, mejor diré ciento y cincuenta Héroes, guiados por el impertérrito General Páez, de propósito deliberado han atacado de frente a todo el ejército español de Morillo. Artillería, infantería, caballería, nada ha bastado al enemigo para defenderse de los ciento y cincuenta compañeros del intrepidísimo Páez. Las columnas de caballería han sucumbido al golpe de nuestras lanzas; la infantería ha buscado asilo en el bosque;los fuegos de su cañones han cesado delante de los pechos de nuestros caballos. Solo las tinieblas habrían preservado a ese ejercito de viles tiranos a una completa y absoluta destrucción’’.

 

‘‘¡Soldados!: Lo que se ha hecho no es más que un preludio de lo que podéis hacer. preparaos al combate, y contad con la victoria que lleváis en las puntas de vuestras lanzas y vuestras bayonetas’’.

Quienes deseen conocer más sobre la heroica gesta de José Antonio Páez pueden visitar la muestra bibliográfica que a propósito del bicentenario de Las Queseras del Medio se mantendrá en exposición en los espacios abiertos de Libros Raros y Manuscritos hasta el próximo mes.

 

 

 

 

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