Leer contra todo pronóstico ¡Leer es vida!
8 noviembre, 2018
El lema de la Filven 2018 expresa a la perfección lo que significa leer
Texto: Jufany Toledo / Fotos: Archivo Prensa IABNSB
En estos momentos en los que los venezolanos estamos siendo atacados por diferentes flancos, en los que cada día se nos presenta una nueva batalla por librar, convirtiéndonos en verdaderos héroes de nuestra historia, llega nuevamente la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven) como un bálsamo, a decirnos que “Leer es vida”.
A eso le apostamos, a una cultura de vida y de paz, en la que los libros y la lectura nos recuerdan una vez más que debemos leer contra todo pronóstico. Como diría Gustave Flaubert “Leer para vivir”; y si bien la práctica cultural de la lectura aún no tiene el arraigo que deseamos, dicho logro depende en gran medida, de las opciones de integración y participación que tengan los niños, jóvenes y adultos en espacios donde existan libros, promotores de lectura y diálogo entre la gente.
De allí parte el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, a través de sus plataformas del libro, como son el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (IABNSB) y el Centro Nacional del Libro (Cenal) entre otras instituciones y editoriales para ofrecer una nueva edición de la Filven que se llevará a cabo del 8 al 18 de noviembre, en el casco histórico de Caracas, en esta oportunidad bajo el lema de “Leer es vida”.
Ese eslogan que hoy nos convoca, resulta muy oportuno en momentos en que agentes externos y ajenos a la idiosincrasia venezolana, pretenden imponernos una cultura de la muerte; mientras tanto, los amantes del libro y de la lectura promovemos la cultura de la vida, a través de la creación de espacios para encontrarnos con ellos, con sus autores, con la palabra hablada y la palabra escrita.
Será una ocasión para reencontrarnos también con nuestra historia y festejar que 200 años después, una emblemática exposición reúne los ejemplares originales del Correo del Orinoco con la imprenta que lo diera a luz en Angostura, el 27 de junio de 1818.
También se rendirá homenaje a nuestra gran poeta y diplomática Ana Enriqueta Terán, en el centenario de su nacimiento, mediante una exposición que igualmente contó con el montaje de los trabajadores de la Biblioteca Nacional, ambas se exhibirán en la sede de Gobierno del Distrito Capital.
El Teatro Bolívar se convertirá en el pabellón infantil de la feria, donde los promotores de la vida y la lectura de la Biblioteca Nacional, junto con los actores del movimiento teatral César Rengifo, se encargarán de enamorar a las niñas y niños de los libros; y en la Biblioteca Pública Central “Simón Rodríguez”, los trabajadores bibliotecarios harán lo propio con los jóvenes.
La significación social, los contenidos y los patrones de acción que se tienen con relación a la lectura y la escritura varían de un individuo a otro, de un grupo humano a otro; es por ello que la oferta de la Filven presenta un abanico de opciones para todos los gustos y edades, con la finalidad de enamorar a los asistentes del libro y de la lectura.
El desarrollo de una cultura escrita es un logro social resultado de esfuerzos grupales; en ello están avocadas las instituciones adscritas al Ministerio para la Cultura. La lectura compartida permite ampliar mundos propios, desde una diversidad demarcada por la pluralidad de significados.
La Filven es un espacio democrático, abierto, libre, que nos convoca a todos. Es la fiesta anual de los libros y la lectura. Es la oportunidad por excelencia para ejercer nuestros derechos como lectores, leer es un derecho humano, inherente a la vida, porque como bien lo dice el lema, “Leer es vida”.
En palabras del extraordinario lector y promotor de lectura mexicano, José Emilio Pacheco, “…leer como un espacio de goce debe estar al alcance de todo ser humano por voluntad propia, en modo alguno como algo impuesto u obligatorio. Leer con la naturalidad con que respiramos y hablamos. Leer como una parte indispensable de la vida, como un medio para vivirla de la mejor manera posible”.
Ciertamente se puede vivir sin leer, pero descubrir y sentir el placer de la lectura, coadyuva a que la vida sea más grata y nuestro mundo más amplio. Proporcionar un entorno lector desde temprana edad, permite que la lectura sea parte de la cotidianidad y que los libros pasen a convertirse en nuestros más preciados tesoros.