En el Día del Libro, Biblioteca Nacional te invita a releer al Inca Garcilaso de la Vega

23 abril, 2019

Sus obras completas han sido recogidas en tres tomos que se encuentran disponibles en la Colección Bibliográfica General del ente cultural

Texto: Jufany Toledo / Fotos: Adianez Gutiérrez

 

Cuando cada 23 de abril celebramos el Día Mundial del Libro, no podemos dejar de recordar que ese día, en 1616, también dejó de existir en la ciudad de Córdoba, España, el Inca Garcilaso de la Vega, quien había nacido en el Cuzco, Perú, el 12 de abril de 1539.

Su verdadero nombre, Gómez Suárez de Figueroa, quedó prácticamente en el olvido al ostentar como apodo el nombre de su pariente Garcilaso de la Vega, famoso dramaturgo español primo de su padre, un conquistador de noble linaje, pero cuyo nombre no pudo utilizar por ser hijo ilegítimo, mientras su madre, una princesa inca, fue bautizada con el nombre de Isabel.

A pesar de su condición de bastardo, recibió una excelente formación, gracias a la posición privilegiada de su padre, y recibió instrucción de los sabios e instruidos en la cultura y la mitología inca, debido a la influencia de la familia materna, quienes le enseñaron el quechua, lengua que dominó además del español, el italiano y el latín.

Años más tarde, se traslada a España, donde leyó a los grandes poetas, estudió e investigó sobre historia y siguió las corrientes humanistas de la época. Allí produce la totalidad de su obra, la mayor parte centrada en América y más específicamente en el Perú y el Imperio Inca, por lo que su obra cardinal, Los Comentarios Reales de los Incas, es reconocida como fundacional o punto de partida de la literatura hispanoamericana.

De hecho, la imagen que siempre se ha tenido sobre los incas y la invasión española parte de esa extraordinaria prosa que hace más de cuatro siglos escribiera el Inca Garcilaso, que para los hombres de letras se convierte en textos históricos y para los historiadores deviene en letras de ficción.

En efecto, historia y ficción se entremezclan en un lenguaje exquisito, en el que no se aparta de sus orígenes y trata de preservarlos a toda costa, lo cual se evidencia cuando describe la imperial ciudad del Cuzco: "Yo, incitado del deseo de la conservación de las antiguallas de mi patria, esas pocas que han quedado, porque no se pierdan del todo, me dispuse al trabajo tan excesivo como hasta aquí me ha sido (y adelante me ha de ser) al escribir su antigua república hasta acabarla".

Las obras completas del Inca Garcilaso de la Vega han sido recogidas en tres tomos, al cuidado de Carlos Araníbar, quien se encargó de la edición y notas. Biblioteca del Perú, Colección Bicentenario, editados por el Centro Cultural Inca Garcilaso del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú en el 2015.


Para el disfrute de las lectoras y lectores venezolanos, esta extraordinaria compilación fue donada al Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, donde se encuentra a disposición de sus usuarias y usuarios, junto a otra docena de ediciones de “Los Comentarios Reales de los Incas”. De allí, nuestra invitación a releer al Inca Garcilaso de la Vega.

Aquí las entradas a Garcilaso de la Vega de nuestro catálogo en línea: https://bit.ly/2GBizqJ.

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