Luis Alberto Crespo: Un hombre que vive al filo de la palabra

7 noviembre, 2019

El poeta caroreño será homenajeado en la Filven 2019, que prevé un conjunto de actividades para difundir la obra de este creador

Texto: Renny Marrero/ Fotos: Referenciales / Prensa IABNSB

Como cada año la Feria Internacional del Libro de Venezuela (Filven), rendirá honores a la labor literaria de un destacado creador. Durante la edición 2019 será el poeta y crítico Luis Alberto Crespo quien se encuentre al filo de la palabra con los visitantes de la fiesta de letras más esperada del país.

Crespo nació el 13 de abril de 1941 en Carora, estado Lara; si bien es cierto que el devenir del tiempo le convirtió en un hombre de mundo, ya que su trayectoria ha estado llena de grandes compromisos relacionados con el mundo cultural, no ha roto su nexo con el terruño que le vio nacer. Periodista, poeta, crítico y columnista, cada una de sus obras lleva impreso el sello de quien se siente unido al suelo, el aire y la esencia de su lugar de origen, como lo evidencian los siguientes versos de su autoría:

“El sentimiento del ocre
el lado oculto de la espina,
el mediodía o nunca,
una costumbre de sequía,
bastan para exponernos al fulgor y a lo sombrío.
Por conservar esta delgadez de lo real y lo perpetuo
escribo un libro único,
un círculo de imágenes de tierra estéril,
una sílaba negra con la que marco el suelo blanco de la página
y del valle de arcilla de allá adentro”.

De sus andanzas por los caminos de la cultura, vale recordar que fue director de información cultural de la agencia de noticias Venpres (hoy Agencia Venezolana de Noticias, AVN), perteneció al equipo docente de los talleres de narrativa y poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg), también se desempeñó como presidente de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello y embajador de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas para la la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Actualmente forma parte del Estado Mayor para la Cultura, y desde marzo del 2018 preside la Fundación Biblioteca Ayacucho.

Este viajero de la palabra ha recibido varios reconocimientos, que le hacen digno del sitial de honor que la Filven otorga a los más destacados creadores. Obtuvo el Premio Nacional de la Cultura (2008-2010) y se alzó con el Premio Nacional de Literatura (2010-2012). Además, ha traducido a importantes poetas como los franceses René Char (Aromas cazadores) y Eugène Guillevic (Elogio de una sospecha), pero también sus versos han sido traducidos a otros idiomas, entre ellos el portugués, a cargo del destacado traductor Antonio Miranda, por si esto fuera poco, los versos de Crespo han sido elogiados por el poeta portugués Antonio Ramos Rosa.

En 2015, el Centro Nacional del Libro (Cenal), como parte de la Campaña Nacional de Promoción de Lectura, publicó una compilación titulada “Luis Alberto Crespo para niñas y niños”, se trata de una selección de Laura Antillano, que cuenta con hermosas ilustraciones de Clementina Cortés y que acerca parte de la obra de Crespo a los pequeños lectores. El texto puede descargarse en formato digital a través de la página web del Cenal.

http://www.cenal.gob.ve/luis-alberto-crespo-2/?subscribe=success#blog_subscription-2

Dicha obra jugará un papel fundamental en la Filven 2019, ya que tanto el Pabellón Infantil como otros espacios de promoción y difusión del libro y la lectura, contarán con dinámicas de creatividad aplicada, en las que niños y adultos podrán acercarse a la creación poética, a través de los versos de Crespo.

Con más de 7 toneladas de libros que ofrecerá China como país invitado, y un homenajeado del talante de Luis Alberto Crespo, la Filven 2019 promete satisfacer los gustos de quienes se acerquen a curiosear, o a rastrear ese título que siempre han estado buscando; será además la ocasión precisa para seguir la pista a la obra que, como huellas, nos ha ido regalando este trotamundos del verso andariego.

Entre ellas podemos citar: Cosas (1968), Si el verano es dilatado (1968), Novenario (1970), Rayas de lagartijas (1974), Costumbres de sequía (1976), Resolana (1980), El caballo en la poesía venezolana (1981), Entreabierto (1984), Señores de la distancia (1988), Mediodía o nunca (1989), Sentimentales (1990), Más afuera (1994), La mirada donde vivimos, Duro (1995), Llano de hombres (1995), Solamente (1997), Al filo de la palabra (1997), Lado (1999), Los soñadores del sur. Humanistas franceses en la selva venezolana (2000), Ninguno como la espina (2000), La íntima desmesura (2003), Tórtola de más arriba (2004), El país ausente (2006), …Y ya (2011).

La vigilia del caminante

De lo desértico, de la soledad de un paisaje que suspira añoranzas, de aquello que se deja atrás junto al polvo del camino desandado pero que se nos queda impregnado, de todo ello nos habla, nos susurra y en ocasiones nos grita la poesía de Luis Alberto Crespo. Con justa razón el también escritor Enrique Arenas señala que Crespo escribe ‘‘En un estado de permanente vigilancia de la claridad de la luz aún estando dormido, aprisionado por el sueño’’, sino que lo digan sus versos:

‘‘Oigo lo extendido
Está quieto

Todo ese viaje sin moverse

Nos despedíamos de lo que nunca vino
y yo le puse un nombre de alambrada

duro’’.

Y no podía ser de otra manera, pues para ser poeta hay que ser humano, quizás demasiado humano, por ello, más allá de los análisis de la métrica poética, el mismo Luis Alberto Crespo nos ofrece descarnadamente y con íntima desmesura, su definición del oficio al que seguirá dedicándose como señor de la distancia:

‘‘Un poeta no es alguien que escribe poemas, un poeta es un lector, un poeta es un hombre que tiene un concepto humanístico del hombre y de la vida’’

 

 

 


 

 

 

 

 

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