Casa de las Letras Andrés Bello celebró día del libro con tertulia y poesías

27 abril, 2017

Atras

El libro, sus dimensiones y alcances fueron el centro del íntimo encuentro

Texto: Renny Marrero / Foto: Adianez Gutiérrez / Prensa IABNSB

“El verbo leer, como el verbo amar y el verbo soñar, no soporta el modo imperativo. Yo siempre les aconsejé a mis estudiantes, que si un libro los aburre lo dejen; que no lo lean porque es famoso, que no lean un libro porque es moderno, que no lean un libro porque es antiguo. La lectura debe ser una de las formas de la felicidad y no se puede obligar a nadie a ser feliz». Jorge Luis Borges

El miércoles 26 de abril, se celebró un encuentro más del ciclo de tertulias »Nos queda la palabra» en la Casa de las Letras Andrés Bello, ubicada en la Av. Norte 2 del Panteón, la actividad se enmarcó en la celebración del día mundial del libro y del idioma y contó con la moderación del poeta y escritor William Osuna, presidente de dicha institución, también el poeta Andrés Mejía, director ejecutivo de la Casa de Bello y el profesor Sady Loaiza, director ejecutivo del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas IABNSB en calidad de invitado especial.

El libro, sus dimensiones y alcances como herramienta para el aprendizaje y crecimiento espiritual, fueron el eje del íntimo encuentro en que los panelistas compartieron anécdotas y experiencias con el público, referentes a sus labores como hombres de letras y tinta autodefiniéndose, ante todo, como lectores empedernidos.

William Osuna, anfitrión del encuentro comenzó por relatar una serie de experiencias relacionadas con la promoción de lectura y la democratización del libro en Venezuela con la llegada de la Revolución Bolivariana, señalando como la Misión Ribas, fue punta de lanza en este objetivo, no sólo alfabetizando, sino acercando lecturas criticas al alfabetizado. En tal sentido, señaló momentos de gran tiraje y recepción lectora, como la entrega en las plazas Bolívar del país de 1 millón de ejemplares del Quijote, prologado por José Saramago y editado por Alfaguara: »Allí estuvieron las mujeres y hombres del pueblo, los invisibilizados de siempre, acercándose a una de las obras fundamentales de la literatura universal», reafirmó Osuna.

De igual manera, destacó la creación del proyecto Librerías del Sur como un enclave de la lectura en nuestro país, las 60 librerías existentes en toda Venezuela, forman parte de ese gran esfuerzo por democratizar la lectura, las estadísticas muestran, grandes avances al respecto; Algunos de ellos, como la entrega de 1500 ejemplares de Los miserables de Víctor Hugo y aquellas 500 mil bibliotecas temáticas, no son poca cosa. »Hoy las ganas y los bríos por seguir construyendo un país de lectores siguen latentes».

Por su parte, Andrés Mejía comentó »celebrar al libro es celebrar un milagro de la cultura humana, a lo largo de estos 18 años de revolución, el Gobierno Bolivariano ha realizado grandes esfuerzos por promover y garantizar la lectura como un derecho de todas y todos, recordemos que venimos de haber pasado por décadas de exclusión, no sólo en lo económico, sino culturalmente. Por ello, encontramos a un pueblo con gran parte de sus ciudadanos sumidos en el analfabetismo, vencer ese analfabetismo, fue el primer paso de un reto más grande: difundir el gusto por la lectura, hacerla cultura de vida», sentenció.

La editorial Monte Ávila Editores Latinoamericana, fue rescatada y su fuerza editorial repotenciada lanzando la biblioteca básica de autores venezolanos, colección dirigida a enaltecer la literatura criolla y difundirla entre el público lector, recordó Mejía. »Esa colección de autores venezolanos representó una vanguardia que terminó por originar lo que hoy conocemos como la Fundación editorial El Perro y La Rana, el plan de lectura Cada día un libro y la Asociación de escritores socialistas», recalcó Mejía a la par de señalar, que si bien es cierto, que la guerra económica ha atacado también la impresión de libros en el país, el Gobierno Bolivariano a través del ministerio de cultura y sus entes, siguen combatiendo para fortalecer la difusión de la lectura como un derecho del pueblo.

A calzón quita’o

El profesor Sady Loaiza, recordando que las tertulias convocan a la pasión y la emoción, invitó a reflexionar y ver el acto de la lectura como un encuentro íntimo, »Leer es como hacer el amor, al libro hay que entrarle desnudo, entregarnos a él y hacerlo nuestro a la vez», así definió el mágico proceso de la lectura, a la vez que recomendó leer todo aquello que nos apetezca, »No existen libros buenos ni malos, al libro debemos acercarnos sin prejuicios y luego medir que nos deja, que nos aporta pues, no somos los mismos después de leer». Enfatizó también, que leer como lo señalara el escritor argentino Jorge Luis Borges, debe proporcionar ante todo felicidad.

»Así como compartimos la biblioteca de la venezolaneidad, El quijote, Los miserables y otros grandes títulos, debemos compartir esa insaciable búsqueda de lectores que siempre emprende el libro, como lo decía Umberto Eco, al asegurar que el texto requiere y necesita de alguien que le ayude a llegar a manos del lector; eso hizo el Comandante Chávez, como gran promotor y facilitador de la lectura, al hacer que textos de fama mundial llegarán a mano de los más humildes como luces para el alma», expresó Loaiza.

Decir que tenemos más de un millón de libros, 792 bibliotecas públicas y el mayor índice lector de Latinoamérica, con 495 libros editados en el primer trimestre de este año, habla de nuestros alcances en materia lectora, sentenció Loaiza destacando el carácter lector del pueblo venezolano y su receptividad a las políticas culturales, emprendidas por el Gobierno en materia de promoción y difusión lectora.

El encuentro culminó con una serie de reflexiones, en las que el público intercambió expectativas y parecer, a propósito del libro como herramienta de liberación y resistencia frente a las asechanzas de los enemigos de la cultura. Al respecto, el poeta William Osuna compartió la lectura de »Cuento algunas cosa», poema de Pablo Neruda que invita a la esperanza y el compromiso de lucha por la dignidad humana.

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